El ciudadano irlandés encarcelado desde el pasado 1 de febrero por matar a golpes a su compatriota Carl Carr en septiembre del pasado año en una vivienda de Torrevieja salió ayer de prisión para asistir a un careo con su pareja en el juzgado torrevejense que instruye las diligencias para aclarar la propiedad de una pistola incautada a su compañera, aunque al final no fue necesario. Wayne P. W., asistido por el abogado Francisco Miguel Galiana Botella, admitió ante la juez que el arma intervenida por la Guardia Civil en la vivienda de su pareja era de su propiedad y ella no sabía que la tenía escondida allí, según fuentes cercanas al caso.

Por su parte, la pareja de Wayne, defendida por el abogado José Manuel Alamán, manifestó que no sabía nada del arma.

Tanto Wayne como su pareja fueron trasladados ayer por la Guardia Civil desde las prisiones donde están recluidos. La mujer, acusada de encubrimiento, sigue encarcelada al no haber pagado la fianza de 20.000 euros que le impuso la juez. Su defensa pedirá de nuevo su libertad tras se exculpada de la tenencia ilícita de armas.