Dos vecinas de Mutxamel, madre e hija, que fueron detenidas en 2014 por falsificar documentación para vender falsas exclusivas del corazón reconocieron en el juicio que se hicieron pasar por el torero José María Manzanares y varios familiares suyos y eludirán la cárcel al aceptar sendas penas que suman algo menos de dos años de prisión por varios delitos de estafa y falsedad.

La Fiscalía, las defensas de las acusadas y los abogados de la acusación particular ejercida por José María Manzanares y sus familiares y por el diestro El Juli, Ignacio Gally Muñoz y Francisco Javier Álvarez Toledo, llegaron ayer a un acuerdo de conformidad que evitó la celebración de la vista oral en el juzgado de lo Penal número 2 de Alicante. El Ministerio Público rebajó su petición global de unos seis años de prisión a cada acusada a 20 y 16 meses de cárcel para cada una al aplicarles las atenuantes de dilaciones indebidas y reparación del daño, ya que han pagado el dinero estafado a dos hoteles y al vendedor de un teléfono móvil. Además se ha acordado la suspensión de la pena durante dos años y deberán pagar multas por algo más de 2.000 euros.

La más joven de las acusadas llegó a ser enjuiciada por un juzgado de Menores al tener menos de 18 años cuando sucedió uno de los fraudes investigados. Contactaron con un periodista para vender una falsa exclusiva sobre una relación con el torero y un hijo que habían tenido. El procedimiento se archivó por prescripción.

Los hechos enjuiciados admitidos por la madre y su hija se iniciaron a finales de 2013. Ambas se pusieron de acuerdo para dar publicidad a «datos inexactos sobre la vida de personajes públicos», entre ellos el torero José María Manzanares y su esposa, su hermana y su hermano el rejoneador. Se hicieron pasar por el torero y otros familiares suyos y crearon perfiles en Facebook.

Las acusadas mantuvieron conversaciones en las que remitían fotografías del diestro y sus familiares y varios documentos falsos, entre ellos un supuesto acuerdo de ruptura del matrimonio entre José María Manzanares y su esposa.

Una de las acusadas también reconoce que hizo un documento donde simuló ser la hermana del torero y aparentaba ser una denuncia ante la Guardia Civil donde relataba que había sido víctima de una suplantación de identidad en varios perfiles de redes sociales.

Sin pagar en hoteles

A lo largo de 2014 la madre y su hija estuvieron alojadas en sendos hoteles de Mutxamel y Alicante y dejaron deudas por más de 1.300 euros en concepto de hospedaje, consumiciones y otros servicios.

En otra ocasión se hicieron pasar por José María Manzanares para comprar un teléfono de alta gama en un portal de anuncios. El vendedor les envió el terminal después de recibir un documento falso de una transferencia bancaria ordenada por el torero.

Ahí no acabó el mundo imaginario de estas procesadas. A finales de 2015 y principios de 2016 acudieron a varios establecimientos de Alicante donde la hija se presentó como la futura esposa del rejoneador Manuel Manzanares. Para dar una mayor apariencia de realidad mostraban un contrato de confidencialidad que debían firmar. Así, estuvieron en una floristería y en una tienda de novias, aunque una empleada se percató del engaño.

Otra de las falsificaciones que admiten las acusadas es la de una factura de 18.650 euros por la adquisición de abanicos para dar apariencia de veracidad a la boda con el rejoneador.

El Juli también estaba personado como acusación al haber sido objeto de engaños por parte de las acusadas.