La magistrada titular del juzgado de Instrucción número 2 de Torrevieja que instruye la causa por el homicidio del irlandés Carl Carr el pasado septiembre ha acordado dejar en libertad bajo fianzas de 18.000 y 20.000 euros a las dos mujeres encarceladas desde el pasado 2 de febrero por su presunta implicación el crimen como encubridoras.

La juez ha estimado las peticiones de los abogados defensores José Soler Martín y José Manuel Alamán, aunque les impone las fianzas al no haber desaparecido el riesgo de fuga.

Una de las dos mujeres, la expareja del presunto autor material del crimen, que está siendo defendida por el letrado José Soler, ya pudo abandonar la prisión de Fontcalent el pasado miércoles una vez el juzgado confirmó el ingreso de la fianza de 18.000 euros.

Por contra, la otra mujer encarcelada, que es la actual compañera sentimental del presunto homicida, sigue recluida en Fontcalent al no haber podido abonar la fianza de 20.000 euros.

Los autos donde la magistrada acordaba la prisión provisional eludible con sendas fianzas de 18.000 y 20.000 detenidos fueron notificados a principios de semana y en ello la jueza señala que se mantienen los indicios racionales sobre la comisión de un delito y aunque considera que el riesgo de obstrucción a la investigación ha desaparecido, no ocurre lo mismo con el riesgo de fuga, que «sigue siendo relevante».

Riesgo de fuga

Por ello, fija las fianzas para paliar dicho riesgo de fuga y les impone dos comparecencias semanales, se les retira el pasaporte y les prohíbe salir de España.

Además de las dos presuntas encubridoras del crimen del irlandés Carl Carr, en prisión siguen recluidos un compatriota de la víctima como presunto autor material de la muerte a golpes de su compañero de piso y un español que también está considerado como presunto encubridor.

Quien siguen aún en paradero desconocido es el joven irlandés Simon F., de 26 años. Vivía también en el domicilio de Torrevieja donde se cometió el homicidio y llegó a prestar declaración como testigo ante la Guardia Civil antes del esclarecimiento del caso. Regresó a Irlanda y la magistrada de Torrevieja cursó una orden europea de detención y entrega. Por el momento sigue huido y se presupone que no ha salido de su país al existir la reclamación internacional para su arresto.

La detención de este sospechoso fue solicitada por la Guardia Civil después de que dos personas declarasen en calidad de testigos protegidos y le implicaran.

Las pesquisas de la Guardia Civil apuntaron a los «celos» como desencadenante del crimen. La expareja del presunto homicida habría mantenido una «relación sexual» con Carl Carr y cuando se enteró su excompañero acudió al domicilio y mantuvieron una discusión que derivó en una brutal agresión en la que usó un puño americano.