La Guardia Civil ha detenido en Crevillent a cinco presuntos miembros de un grupo organizado de ladrones al que le imputan 28 robos con fuerza en viviendas, naves industriales y vehículos del municipio crevillentino y alrededores, según informó ayer la Comandancia de Alicante.

Los implicados disponían de un zulo construido en un chalet de Crevillent para esconderse después de los asaltos cuando sospechaban que podrían haber sido seguidos por las Fuerzas de Seguridad. Tres de los detenidos han ingresado en prisión preventiva y los otros dos han quedado en libertad provisional.

La Guardia Civil había detectado un notable incremento de los robos en Crevillent durante el primer trimestre, sin que hubiera un patrón determinado que les relacionara.

Los robos eran cometidos en naves industriales, casas de campo y vehículos y en muchas ocasiones el valor de los daños causados en la propiedad era mayor que el de los objetos sustraídos.

El malestar vecinal por este aumento de robos fue creciendo y la Guardia Civil de Crevillent y el Área de Investigación de dicho cuartel realizaron gestiones y localizaron un chalet en la partida Barrosa que parecía ser la base de operaciones del grupo.

Almacenaje de objetos

En dicha residencia guardaban los efectos robados para venderlos posteriormente.

Los investigadores detuvieron a los sospechosos y en el registro del chalet intervinieron gran cantidad de efectos electrónicos e informáticos, así como el vehículo que usaban para los asaltos, seis aves tropicales y tres conejos lop francés. El valor de todo lo recuperado supera los 80.000 euros, según la Guardia Civil.

Las aves tropicales recuperadas habían sido robadas el pasado diciembre en una vivienda de la partida La Hoya en Elche y sus propietarios, que habían colocado carteles tras la sustracción, se emocionaron al conocer que la Guardia Civil las había localizado en casa de los ladrones.

En el chalet registrado la Guardia Civil descubrió que habían construido debajo del hueco de la piscina un zulo que utilizaban como dormitorio provisional para esconderse tras los robos.

Los arrestados por la Benemérita son tres hombres de 36, 38 y 65 años y dos mujeres de 28 y 37, todos ellos españoles. Por el momento la Guardia Civil les imputa 28 delitos contra el patrimonio y un delito de pertenencia a organización criminal.

Según la Guardia Civil, uno de los detenidos actuaba de receptador de los objetos robados que luego vendía y además daba seguridad a los miembros del grupo en la vivienda si detectaban una posible presencia policial.