La joven que denunció haber sido víctima de una violación en grupo por parte de cuatro compañeros de instituto en un municipio de la Marina Alta confirmó ayer en sede judicial que se trató de una agresión sexual y detalló pormenorizadamente cuál fue la intervención de cada uno de los menores en los hechos y que se encuentran internados en centros diferentes. Por espacio de más de cuatro horas, con varias pausas de por medio debido a la tensión por revivir lo ocurrido, la víctima ratificó y amplió lo que ya manifestó en la denuncia que interpuso ante la Guardia Civil el 1 de marzo.

La joven ya compareció hace una semana en la Fiscalía de Menores para ratificarse en su denuncia, pero ayer fue citada nuevamente para una declaración en profundidad, acompañada de la letrada a través de la que ejerce la acusación particular, Mónica Mas Franqueza. En la exploración (interrogatorio) no estuvieron presentes los abogados de los menores detenidos, dada la naturaleza de los hechos investigados, que requieren una especial sensibilidad. Los letrados pudieron hacer por escrito a la testigo las preguntas que consideraran pertinentes para sus estrategias de defensa.

La joven denunció que sufrió una violación por un grupo de cuatro compañeros de instituto el pasado mes de julio en un descampado junto a un cementerio de un municipio de la Marina Alta. La víctima había salido a dar una vuelta con una amiga y los cuatro chicos, a los que conocía por ser compañeros de instituto. Cuando la amiga se marchó y quedó a solas con ellos, la habrían llevado a un descampado y la habrían violado entre los tres. La joven relató ayer que el cuarto de los implicados, el que esta semana compareció en la Fiscalía tras haberse marchado a Francia con su familia en octubre, tuvo una participación menor en los hechos, aunque tampoco se limitó a quedarse mirando y le habría hecho algún tocamiento mientras los otros la violaban. La joven aseguró que los chicos le decían: «No llores, que no ha sido para tanto». También ha identificado quién de los cuatro fue la persona que grabó el vídeo. La víctima dijo que se lo mostraron y le dijeron que lo iban a distribuir entre los compañeros del instituto, algo que la tenía atemorizada.

Los jóvenes habían llegado a reclamarle que les pagara cincuenta euros a cambio de no hacer pública la grabación, cantidad que fueron rebajando al ver que ella no tenía dinero para pagarles. Finalmente, cuando vieron que la joven estaba a punto de contarlo todo en el instituto le dijeron «no te preocupes que ya hemos borrado el vídeo y el teléfono ya está vendido». La grabación no ha podido ser localizada todavía. Los teléfonos de los jóvenes fueron intervenidos tras su arresto.

La joven dijo en su instituto en octubre que tenía un problema con unos compañeros por un vídeo, pero no llegó a contar entonces cuál era su contenido. No fue hasta finales de febrero cuando contó lo ocurrido a una orientadora del centro, a raíz de un acto sobre violencia de género celebrado en el centro. La familia de la víctima conoció en ese momento lo que la había ocurrido y se interpuso la denuncia. Los cuatros menores están internados en centros diferentes mientras sigue la investigación.

La defensa del joven que vivía en Francia pide su libertad

La defensa del cuarto menor que fue internado esta semana por la presunta violación grupal en la Marina Alta ha planteado al juzgado su puesta en libertad después de la declaración de la víctima. La joven en su declaración de ayer relató que su participación fue menor que la del resto, aunque realizó algún tocamiento durante la presunta agresión sexual. El joven se había marchado a Francia con su familia el pasado mes de octubre y compareció el miércoles en el Palacio de Justicia alicantino acompañado de su padre y su defensa.