La Audiencia de Alicante sentó ayer en el banquillo a dos hermanos acusados de violar a una joven menor de edad en el piso en el que ambos vivían en Sant Joan d'Alacant. La Fiscalía reclama penas para cada uno de ellos que rondan los 20 años de prisión, al igual que la letrada de la acusación particular, María Ángeles Román. Las acusaciones mantienen que la agresión sexual se produjo después de que ella se negara a tener un trío.

Acusados y víctima ofrecieron versiones diametralmente opuestas de los hechos. Los dos hermanos aseguraron que habían sido relaciones consentidas y que no la forzaron, mientras que la víctima se reafirmó en la violación y insinuó que debieron poner algún tipo de droga en la bebida. «Él era un amigo en quien confiaba, jamás pensé que me iba a hacer algo así», aseguró.

La víctima aseguró que llegó a autolesionarse por lo mal que se sintió tras lo ocurrido. La joven había requerido tratamiento psicológico a causa de un trastorno de anorexia que padeció anteriormente, y su estado se agravó a consecuencia de los hechos, por lo que tuvo que recibir tratamiento y llegó a tener que marcharse del centro escolar en el que estudiaba sin terminar el curso.

Los hechos ocurrieron el 18 de julio de 2017 en el piso de los acusados, donde éstos iban a pasar la tarde escuchando música con la joven tras haber comprado vodka en un supermercado. La víctima, que tenía entonces 16 años, había sido novia de uno de ellos. El que había tenido una relación sentimental con la víctima declaró ayer que cuando se quedó a solar con la chica mantuvieron relaciones sexuales y que después salió un momento a comprar otra botella porque la que habían comprado se les había terminado. Según su versión, mientras él estaba fuera su hermano tuvo también relaciones con ella. Los acusados negaron haber propuesto un trío a la joven y aseguraron que no la vieron afectada por el alcohol, rechazando que la retuvieran contra su voluntad.

Por su parte, la joven aseguró que se sintió indispuesta tras beber y que le extrañó porque no había bebido tanto. Fue en ese momento cuando el que había sido su novio le propuso hacer una felación a su hermano y como se negó la propinó un puñetazo y la agarró por el pelo para obligarla. La joven aseguró que los dos hermanos la penetraron por separado en diferentes ocasiones «hasta que ya no tuve fuerzas para resistirme». La víctima llamó a un amigo para que la acompañara a casa, a quien no quiso contarle lo ocurrido, donde sus padres la estaban esperando muy enfadados porque ya era la 1.30 de la madrugada. Al día siguiente contó lo ocurrido a su madre.