La cifra negra de víctimas mortales por la violencia machista en la provincia durante el presente año ha superado ya, en apenas tres meses, el número de mujeres fallecidas en 2018 a manos de sus parejas o exparejas. Durante todo el pasado año se registró un único crimen machista en la Vega Baja, mientras que en 2019 ya son dos las mujeres asesinadas: Sheila, de 29 años, asesinada en febrero presuntamente por su pareja en Planes; y Andrea, de 39 años, cuyo cuerpo con signos de violencia fue encontrado el pasado lunes por la noche en la vivienda de Rojales donde convivía con su pareja.

El presunto autor del último crimen, un varón de 49 años y nacionalidad húngara, como la víctima, permanecía ayer detenido aún en la Comandancia de Alicante y la Guardia Civil le pondrá hoy a disposición del juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Torrevieja. Está acusado de matar a su pareja durante una disputa en el domicilio conyugal de Ciudad Quesada, en Rojales, pero desde su arresto el pasado lunes por la noche no se ha mostrado nada colaborador con los investigadores de la Guardia Civil.

La autopsia confirmó que Andrea fue víctima de una muerte violenta, pero aún se está pendiente de pruebas complementarias para emitir un informe definitivo sobre las causas del fallecimiento. La víctima presentaba algunos golpes en la cabeza y otras lesiones por el resto del cuerpo, aunque algunas son anteriores al día del crimen.

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El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, manifestó ayer que el detenido por matar a su pareja no ha reconocido los hechos.

La subdelegada del Gobierno en Alicante, Araceli Poblador, confirmó ayer que no había denuncias previas por malos tratos y que la pareja, aunque no estaba empadronada, vivía en Rojales desde el pasado mes de septiembre. Poblador descartó que hubieran llegado en avión a El Altet el día del crimen e indicó que el detenido y la víctima trabajaron ocasionalmente en el restaurante húngaro que hay en la planta baja del inmueble donde ocurrieron los hechos. El arrestado lo hacía como cocinero y ella en labores de limpieza.

Además de la protesta en silencio celebrada el martes por la noche en Rojales, ayer se llevaron a cabo nuevas concentraciones de repulsa por el asesinato de Andrea. La Subdelegación del Gobierno y el Ayuntamiento de Alicante, así como la Generalitat, fueron tres puntos donde autoridades y ciudadanos expresaron en silencio su repulsa por la violencia machista.

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«No más muertes»

En la Subdelegación de Gobierno en Alicante se concentraron con pancartas exigiendo «No más violencia contra las mujeres. No más muertes». Asimismo, en el suelo colocaron quince pares de zapatillas y zapatos de color rojo que se corresponden con cada mujer asesinada este año en España por su pareja o expareja. La concentración terminó con la lectura de una poesía y un aplauso en memoria de las víctimas.