La estrategia utilizada por los investigados consistía en utilizar multitud de servidores e ir cambiándolos periódicamente, creando paulatinamente nuevas páginas web hasta constituir un entramado que, en principio, no tenía relación. De esta forma pretendían no ser detectados por la Policía Nacional y seguir lucrándose del delito. Tras una investigación pormenorizada, los policías descubrieron un nexo de unión entre las sociedades titulares y las cuentas bancarias beneficiarias de las suscripciones, siempre de integrantes de la red. La investigación constató que, para dificultar el rastro, cada vez mostraban menos el contenido ofrecido y que, además, estaban contratando sistemas de anonimización.