Adulteraban el azafrán con otras fibras prohibidas para sacar una mayor rentabilidad a esta cotizada especia, cuyo kilogramo puede costar entre los 8.000 y los 10.000 euros. La Guardia Civil ha desmantelado este laboratorio clandestino de Novelda donde alteraban azafrán, en un operativo en el que se han intervenido 87 kilos de este producto adulterado, cuyo valor en el mercado oscilaría entre los 696.000 y los 870.000 euros. Por estos hechos se ha imputado a dos personas, según informó ayer el Instituto Armado.

Los agentes pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), de la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante, localizaron este laboratorio clandestino en Novelda, donde mezclaban fibras «puras» de azafrán con otras fibras «estambre», no catalogadas como producto alimentario, por lo que su uso y comercialización no están permitidos.

La investigación arrancó en septiembre del pasado año, con motivo de una comunicación interna por parte de la Red Europea de Fraude Alimentario, que remitió un caso, a través del coordinador de la Unidad de Seguridad Alimentaria del Centro de Salud pública de Elda, en el que se denunciaba una supuesta adulteración de azafrán, con extracto de gardenia y que, dicha adulteración, se estaría llevando a la práctica en un local clandestino de Novelda.

Las autoridades inglesas denunciaban que, tras realizar una inspección en una empresa de aquel país, detectaron la venta de azafrán, de origen español, que, una vez analizadas sus características, resultó contener en torno a un 10% de fibras no pertenecientes a las fibras de estambres, propias del azafrán, lo cual incumpliría la normativa.

Inspección

Es ello el Servicio de Protección de la Naturaleza, en coordinación con la Unidad de Seguridad Alimentaria, realizó una inspección en la empresa señalada en la citada denuncia, dedicada al comercio de especias, en su mayoría al azafrán, para comprobar la veracidad de los hechos.

Por parte del Juzgado de Instrucción Nº 1 de Novelda se autorizó la entrada y registro de la empresa investigada, encontrando en ella un laboratorio clandestino en el que se realizaba la mezcla de la especia, interviniendo en un primer momento 23 kilos de azafrán ya adulterado, en proceso de secado, además de diversos aditivos, supuestamente utilizados para la mezcla, como por ejemplo, extracto de planta de gardenia y otros compuestos químicos. También se encontraron fórmulas y recetas para la adulteración y los utensilios para llevarlo a cabo.

Paralelamente, se efectúo también inspección y registro de la sede legal de la empresa, en la que se inmovilizaron lotes de producto, ya adulterado, con un peso de 64 kilogramos.

La operación se ha saldado con un total de 87 kilos de azafrán intervenido, oscilando su valor entre los 696.000 y los 870.000 euros, ya que hay que tener en cuenta que el valor del gramo oscila en el mercado español entre los 8 y 10 euros, por lo que el valor de un kilo rondaría entre los 8.000 y los 10.000 euros.

Por todo ello, se ha imputado a dos personas, dos españoles de 32 y 38 años, vecinos de Novelda, ambos por un delito contra la salud pública y al primero de ellos, además, por otro delito relativo al mercado y los consumidores.