«Yo volveré y acabaré con ambos». Estas fueron las últimas palabras que un septuagenario británico dirigió a su mujer e hijastro antes de ser detenido hace dos años por la Policía Nacional en Dénia bajo la acusación de intentar matarles a martillazos. De esta forma terminó una década de presuntos malos tratos continuados que hasta entonces nunca llegó a denunciar la mujer, de 49 años cuando la intentaron matar en su domicilio de Dénia en abril de 2017. El acusado será juzgado esta semana en la Audiencia Provincial de Alicante y se enfrenta a una petición inicial de penas de la Fiscalía que suman 35 años y 11 meses de prisión por delitos de asesinato y homicidio en grado de tentativa, amenazas y malos tratos habituales.

El relato de hechos denunciados por la mujer del acusado que recoge la Fiscalía en su escrito de acusación ofrece un panorama desolador que supuestamente sufrió la esposa y su hijo, un joven de 20 años fruto de una relación anterior. El ciudadano británico procesado, de 70 años cuando fue detenido en Dénia, estaba casado con la víctima desde 2004 y convivieron en el Reino Unido con el hijo de ella hasta finales de 2016.

Todos los veranos venían a España de vacaciones y en octubre de 2016 llegaron a Dénia para establecerse de forma definitiva. Según la Fiscalía, durante aproximadamente una década la mujer y su hijo sufrieron continuas humillaciones e insultos del acusado, todo ello con la intención de «menoscabar la integridad moral de ambos». Les decía de forma reiterada que eran «parásitos», «basura» y «unos mierdas». Además, a su esposa le decía que «la había comprado y que tenía que hacer todo lo que él decía, que no valía nada sin él».

El hijo tampoco se libraba de los insultos y humillaciones. El Ministerio Público sostiene que el acusado le indicaba a su hijastro que era «una pequeña mierda y que tenía que callarse siempre, que era una pérdida de espacio vacío, que no valía nada, que no hacía nada bien y que nunca llegaría a ser nada».

Antes de que se produjera la agresión a martillazos, la mujer dice que ya fue amenazada de muerte por su marido. Le indicaba que el matrimonio iba a acabar «muy mal y que les iba a matar a ella y a su hijo», siempre según la acusación de la Fiscalía. En esta situación, la mujer fue aislada y no le dejaba buscar trabajo ni relacionarse con amigos.

A partir de 2016, el maltrato denunciado por la esposa pasó a ser también físico y con frecuencia señala que sufría empujones, tirones de pelo y puñetazos. Era un estado de «agresión permanente», sostiene el fiscal, aunque nunca acudió a un centro médico.

Uno de estos episodios que recoge la Fiscalía en su escrito de conclusiones provisionales ocurrió el 25 de octubre de 2016 cuando el matrimonio y su hijo viajaban de Inglaterra a España y se averió su furgoneta. El joven comentó que deberían haber comprado una furgoneta nueva y la respuesta fue un puñetazo por parte del procesado.

La esposa del acusado sufrió otro incidente grave antes del intento de asesinato. Ocurrió en marzo de 2017 en el domicilio familiar situado en la calle Suertes del Mar de Dénia. Según la acusación pública, el procesado le tiró una cama encima golpeándola en la cabeza. El hijo escuchó el ruido y acudió a la habitación donde estaba su madre y el acusado. El marido estaba alterado y comenzó a insultarles. Les dijo que no estaba contento con el matrimonio y que «iba a acabar muy mal y que los iba a matar a los dos». Como la esposa no acudió a ser atendida en ningún centro médico, a la Fiscalía no le consta sí sufrió lesiones por esta agresión.

Desde este día, la esposa y su hijo estaba atemorizados y comenzaron a dormir juntos en la misma habitación. Además, colocaron cajas pesadas para bloquear la puerta de acceso a la habitación y guardaron un palo de metal bajo la almohada para defenderse.

Pese a las precauciones, no pudieron evitar una agresión que les pudo costar la vida. Según el fiscal, la mañana del 16 de abril de 2017 el joven estaba durmiendo y su madre ya se había levantado y se encontraba en el cuarto de baño. En ese momento el acusado entró en la habitación del hijastro con un martillo y aprovechando que estaba dormido y no tenía posibilidad alguna de defensa comenzó a golpearle. Tras darle varios martillazos en la cabeza llegó a la habitación la madre del joven, que había escuchado ruidos, y al ver lo que sucedía se abalanzó sobre su marido. El esposo también intentó matar a martillazos a ella, aunque su resistencia le salvó y recibió golpes en un brazo y en el estómago. La disputa continuó e intentó asfixiar a su mujer después de atacar al hijastro. Al final lograron huir del apartamento y pidieron ayuda a los vecinos. Antes de que llegara la Policía el acusado se dirigió a su mujer y le dijo «yo volveré y acabaré con ambos».

El joven sufrió varias fracturas por los martillazos y tardó 5 meses en curarse. Su madre se recuperó en un mes y ambos sufren un trastorno de estrés postraumático, según el fiscal, quien además de la pena de cárcel pide que el acusado les indemnice con 39.000 euros.