Mediante una pequeña cámara de grabación, oculta con un sombrero, colocada en la estantería de la habitación de su hijastra, un acusado de corrupción de menores grabó desnudas a la adolescente y a una amiga, ambas de doce años, sin que éstas supieran que alguien las observaba mientras se cambiaban de ropa. En otra ocasión colocó la microcámara en la ducha con idéntico fin.

El acusado fue juzgado el jueves en València por corrupción de menores y se enfrenta a siete años de cárcel.

Los hechos ocurrieron en agosto de 2016 en un municipio valenciano de l'Horta Nord. Con el fin de grabar a la hija de su pareja y a una amiga que había acudido a su casa para cambiarse de ropa antes de ir a la playa, el procesado ocultó presuntamente una cámara en la habitación. En uno de los tres vídeos donde se ve a las menores desnudas, intervenidos por la Guardia Civil, se observa al propio acusado colocando la microcámara.