Un acusado de apropiarse de 30.000 euros de su cuñado tres días antes de morir en un hospital de València se declaró culpable ayer en la Audiencia y aceptó una pena de un mes de cárcel que se sustituirá por una multa de 360 euros. La Fiscalía pedía inicialmente dos años de cárcel, pero las partes llegaron a un acuerdo de conformidad y la acusación particular ejercida por la hija del fallecido, vecino de Dénia, no solicitó la condena tras haberle devuelto el dinero, según indicaron fuentes judiciales.

Los hechos enjuiciados ocurrieron en febrero de 2012. Un vecino de Dénia se encontraba enfermo y autorizó a una hermana y a su marido para disponer de dinero de una de sus dos cuentas bancarias con la finalidad de atender sus necesidades.

El 15 de febrero de 2012 el perjudicado ingresó en una UCI de València en estado de parada cardiorrespiratoria y cuatro días después de su ingreso falleció. Durante esos días no llegó a recobrar la consciencia pero la hermana del enfermo logró que el banco le autorizase también a disponer dinero de la otra cuenta. Según el fiscal, el acusado y la hermana sabían que era inminente la muerte y que tenía una hija que sería la heredera, pero estaban acuciados por sus deudas económicas y se transfirieron 17.000 euros de una cuenta del perjudicado y 13.000 de otra. Una vez fallecido el dinero lo reenviaron a otra cuenta para pagar un préstamo.

La hija del fallecido se querelló contra sus tíos, pero la causa se archivó para la hermana de su padre al estar exenta de responsabilidad de acuerdo al Código Penal.