Un pederasta reincidente aceptó ayer penas que suman doce años de cárcel por haber abusado de tres niñas el mismo día en una partida rural de La Vila Joiosa. El juicio se cerró ayer con una conformidad en la Audiencia Provincial de Alicante entre el fiscal y la defensa con la confesión del acusado. El hombre adujo que quería cumplir su condena en un centro psiquiátrico y que está enfermo, pero en la causa no hay circunstancia que le haga inimputable por lo ocurrido. Y también planteó que no tenía dinero para pagar los 3.000 euros de indemnización que le reclaman para cada una de las dos menores. Tras el acuerdo, la sala dictó una sentencia in voce con lo que la condena es firme desde ayer mismo.

Los hechos ocurrieron el 26 de marzo de 2018 en una partida rural de La Vila Joiosa en las proximidades de una casa deshabitada que había por la zona. El hombre ya contaba con dos condenas anteriores por delitos sexuales, una de la Audiencia de Barcelona en 2002 y otra de la Audiencia de Alicante de 2016. El acusado se encuentra en prisión provisional desde su detención por los abusos ocurridos en La Vila.

El primero de los hechos por los que se celebraba el juicio de ayer ocurrió sobre las 13.00 horas cuando el acusado abordó a la menor de once años de edad mientras estaba jugando en las proximidades de una casa deshabitada y que estaba separada de otras niñas. El acusado se aproximó hacia ella abrochándole los cordones, para después empezar a realizarle tocamientos.

Los otros dos sucesos ocurrieron pocas horas después cuando el acusado se acercó a dos niñas, de 11 y 13 años, para preguntarles si querían ver la casa. El procesado aprovechó para hacerles tocamientos una vez en el inmueble y cuando éstas se encontraban sentadas en una silla.

El procesado admitió ayer todos los hechos que se relataban en el escrito de acusación y aceptó las penas que se le pedían. Únicamente planteó la posibilidad de cumplir la pena en un centro psiquiátrico, algo que no estaba contemplado en el acuerdo cerrado entre acusación y defensa. El magistrado que presidía la sala le advirtió que eso no era posible y el procesado acabó aceptando los doce años cárcel que le pedían.

Inicialmente las penas que se le reclamaban eran de 18 años de cárcel, seis años por cada delito. Tras la confesión del procesado, desde el Ministerio Público se redujo a cuatro años la pena por cada uno de los tres abusos. El fallo le impone también una orden de alejamiento que le impide acercarse o contactar con cualquiera de las tres menores durante los próximos siete años, así como la inhabilitación de cinco años para cualquier trabajo que conlleve contacto con menores.