La Guardia Civil ha detenido gracias a la colaboración ciudadana a un vecino de Crevillent, de 32 años, acusado de acosar sexualmente a mujeres en la vía pública y herir a una de ellas al darle patadas para tirarla al suelo. El arrestado, de nacionalidad marroquí, quedó en libertad provisional tras ser puesto a disposición judicial y aunque inicialmente le imputan dos delitos contra la libertad sexual, la Guardia Civil tiene constancia de que hay más mujeres acosadas que no han llegado a formalizar denuncia.

Según ha informado la Comandancia de Alicante, las pesquisas se iniciaron el pasado mes de enero después de que dos mujeres de 20 y 25 años denunciaran ante la Guardia Civil de Crevillent que habían sido perseguidas por las calles del municipio por un hombre. El acosado aprovechó que iban por calles poco transitadas para abordarlas y hacerles comentarios de índole sexual, además de intentar realizarles tocamientos.

Una de las jóvenes denunció que el acosador le propuso subir a su coche y le advirtió de que si aceptaba tener sexo con él no le haría daño alguno. La otra denunciante salió peor parada, ya que el acosador le dio varias patadas mientras la perseguía a pie con el objetivo de que se cayera al suelo. Una patrulla de la Guardia Civil la trasladó al centro de salud para recibir asistencia médica por los golpes sufridos y una grave crisis de ansiedad que le generó el acosador sexual.

Los dos casos generaron una gran alarma social en Crevillent y a través de redes sociales se difundieron los hechos. Esto provocó que varias mujeres llamaran por teléfono a la Guardia Civil para comunicar que habían sufrido episodios similares, aunque no llegaron a presentar denuncias.

El Área de Investigación de la Guardia Civil de Crevillent logró identificar y detener el pasado 27 de febrero al presunto acosador sexual gracias a la colaboración ciudadana.

Según la Guardia Civil, los otros casos comunicados por más mujeres no pueden ser imputados al detenido si no formalizan una denuncia en dependencias oficiales, ya que es imprescindible al tratarse de delitos privados.