Los investigadores de la Guardia Civil que buscan en Ibiza a Nuria Ester Escalante, la alicantina de 52 años desaparecida desde el 31 de octubre de 2018, aportaron al sumario un centenar de fotogramas de grabaciones de cámaras y en varias de estas imágenes se puede ver a la alicantina en el paseo de s’Arenal. Va de la mano supuestamente con el ciudadano polaco de 37 años considerado como principal sospechoso de la desaparición y el único de los cinco investigados que está en prisión preventiva como presunto autor del crimen desde el pasado 26 de diciembre.

Los fotogramas son del pasado 30 de octubre a las 19.27 horas. Horas después, en la madrugada del 31, varias cámaras de seguridad de Sant Antoni captaron al encarcelado en la misma zona con un carro de supermercado, con el que hizo cinco viajes de ida y otros cinco de vuelta desde un hotel de la zona hasta la casa okupada situada en la entrada del pueblo. La Guardia Civil baraja que usó el carro para trasladar el cadáver de la alicantina.

El juez instructor del caso de Nuria Ester Escalante no se pronunciará sobre la petición del archivo provisional de los cuatro investigados en libertad hasta que finalice la instrucción de esta causa y mantiene la acusación a los cinco. La abogada de cuatro de los cinco investigados por el presunto homicidio de Escalante, Marta Matarredona, solicitó al titular del juzgado de Instrucción número 4 de Ibiza, Santiago Pinsach, el sobreseimiento provisional de sus defendidos porque «no existen motivos ni indicios para acusarles como autores, cómplices o encubridores del delito de homicidio por el que están siendo investigados y no existen pruebas suficientes para mantener la acusación».

Además, la abogada sostiene que en un informe de la Guardia Civil se indicaba que «no se puede determinar» su grado de participación «en la ocultación de Escalante y en el encubrimiento del supuesto homicidio» hasta obtener los resultados de los análisis de las muestras de sangre halladas en distintos domicilios y el análisis de la información que pudiera estar almacenada en sus terminales móviles.

Por ello, la abogada pidió el archivo después de conocer que las muestras de ADN recogidas por la Guardia Civil dieron negativo y que las transcripciones de algunas de las conversaciones telefónicas de los sospechosos indican que sus defendidos «no sabían nada».

El juez respondió el pasado 12 de febrero a esta petición en una providencia donde señala que «no hay lugar a pronunciarse sobre el sobreseimiento provisional solicitado, por el momento, hasta que no finalice la instrucción de la causa». En la misma providencia el juez ordena la devolución a estos cuatro investigados de los teléfonos.