La Audiencia de Alicante ha condenado a seis meses de prisión a una mujer por simular el robo de un Porsche valorado en 120.000 euros con la finalidad de cobrar el dinero del seguro. La acusada denunció en la Comisaría Norte de Alicante el robo del vehículo deportivo cuando se encontraba aparcado en un centro comercial de San Vicente del Raspeig entre las 10.30 y las 13.00 horas del 16 de febrero de 2016.

El fallo considera probado que el robo del vehículo fue inexistente y que la acusada se había puesto de acuerdo con terceras personas para que se lo llevaran desde el lugar donde lo dejó aparcado a fin de reclamar la indemnización a la aseguradora, que se negó a pagar cantidad alguna por entender que se trataba de una denuncia falsa. El delito por el que la mujer ha sido condenada es tentativa de estafa. El fallo valora que la acusada «parece haber sido utilizada» por otras personas no acusadas en el procedimiento y no parece haber dirigido la operación.

La acusada aseguraba haber pagado 80.000 euros por el coche que se habría adquirido en Francia tras un accidente de tráfico por 53.000 euros, a los que se sumaban otros 17.000 de las reparaciones. El dinero se pagó en tres plazos en agosto, septiembre y diciembre de 2015, que tenía esa cantidad fruto de su trabajo. Una versión que la Audiencia pone en duda al señalar que la acusada «tenía 24 años en la fecha de los hechos, sin profesión cualificada y sin que conste más vida laboral que su empleo como camarera o al cuidado de ancianos en 287 días más otros 123 de prestación por desempleo». La sala valora que no hay constancia de reintegros bancarios próximos a las fechas de pago, ni ingresos en cuentas del vendedor, ni documentación económica de ninguna clase, ni contrato escrito de compraventa por lo que «podremos concluir que la acusada no desembolsó el precio del coche».

De las circunstancias que rodearon el robo bajo sospecha, la sala concluye que «la acusada no compró realmente el automóvil, sino que accedió a figurar como compradora y propietaria del mismo, para una vez asegurado, simular su sustracción y cobrar la indemnización correspondiente, de la que participaría» y para la que se puso de acuerdo con terceras personas no acusadas en el procedimiento.

Circunstancias sospechosas

El fallo incide en la declaración de una expareja de la acusada, que manifestó que ella no compró el coche y que estaba de acuerdo con otra persona «para hacer algo» con éste y por lo que ella recibiría una cantidad de dinero. Testimonio que la propia sala pone en cuestión, puesto que éste intervino en alguno de los hechos, como hacer una propuesta de seguro para el vehículo y acompañar a su pareja a alguna gestión, pero incide en que cuenta con detalles que permiten su verificación.

La sala pone en duda el hecho de que el robo se produjera a plena luz del día, en un lugar concurrido y con cámaras de seguridad, pero que no alcanzaban el lugar donde el Porsche estaba aparcado, «alguien consiga abrir y manejar un coche dotado de extraordinarias medidas de seguridad antirrobo». La acusada ocultó a la aseguradora que el coche carecía de geolocalizador, un dispositivo que las compañías exigen obligatoriamente para asegurar este tipo de vehículos.