Sobre las 14.20 horas de ayer, el personal del Teatro Principal de Alicante encargado de abrir sus puertas avisó a Policía Local y Bomberos por la aparición de un humo negro que procedía del escenario principal. Un susto mayúsculo que desató distintas hipótesis hasta que finalmente, a eso de las 15,30 horas, quedó solventado cuando se averiguó que el humo negro provenía de un cortocircuito en las conexiones del aire acondicionado. Un conato de incendio que, en un principio, se sospechaba que podía proceder de uno de los motores que utiliza el telón, aunque esta teoría fue posteriormente descartada.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron dos dotaciones del cuerpo de Bomberos y otras tantas de la Policía Local, quienes después de comprobar que no había fuego alguno, se encargaron de ventilar el escenario quedando listo para la función prevista a las 18.00 horas con el Ballet Nacional de España. El humo negro generado no provocó manchas ni desperfecto alguno, y tampoco se produjeron otros daños por la utilización de agua u otros materiales puesto que no fueron necesarios.

Por motivos de seguridad, la zona del Teatro Principal y sus alrededores fue acordonada por la policía, y hasta allí se desplazaron distintas autoridades como el alcalde de Alicante, Luis Barcala, la concejal de Cultura, María Dolores Padilla, y el director del Teatro Principal de Alicante, Francesc Sanguino, para comprobar de primera mano qué estaba pasando. Al principio con caras de preocupación, pero poco a poco se les vio más relajados al saber que todo había quedado en un susto.

En este sentido, María Dolores Padilla, edil de Cultura, afirmó que ahora se ha solicitado «un informe eléctrico para evaluar si es necesaria alguna medida adicional», y agregó que, debido al humo, se conectó el telón cortafuegos del escenario. Padilla fue de las primeras en presentarse en el Teatro Principal nada más conocerse la noticia, y la prisa fue tal que bajó sin teléfono móvil ni abrigo encima. Reconocía que cocinaba cuando, al conocer lo que estaba pasando, lo dejó todo sobre la mesa para ver qué estaba ocurriendo.

Un leve retraso

Un leve retrasoEl único imprevisto ocurrido fue, de alguna forma, el leve retraso que sufrió el Ballet Nacional de España para sus ensayos. Todos ellos, sentados a pocos metros del Teatro Principal, con su director Antonio Najarro, esperaban el visto bueno de los bomberos y policía para poder acceder y comenzar así su preparación antes de su salida al escenario. Ensayos que tuvieron lugar en la Sala Núria Espert mientras se ventilaba el escenario alicantino, lo que finalmente se produjo poco antes de las cuatro de la tarde, es decir, apenas una hora y media después de conocerse el humo negro que provenía del interior del Teatro Principal.