La Audiencia de Alicante ha condenado a once años de prisión a un acusado de haber abusado sexualmente de la hija de su pareja en el piso en Novelda en el que convivían, según la sentencia notificada ayer. La víctima tenía doce años en el momento en que ocurrieron los hechos y el procesado estaba en prisión preventiva desde que la madre presentó la denuncia al conocer los hechos.

Los supuestos abusos ocurrieron en diciembre de 2017 cuando el acusado y la menor se encontraban solos en la vivienda. La joven estaba durmiendo en su dormitorio, cuando el procesado la despertó y empezó a darle un masaje en la espalda, bajando las manos hasta acabar introduciendo los dedos en las partes íntimas, a pesar de que ésta le decía que parara, según declara probado la sentencia. Estos mismos hechos se volvieron a repetir a la mañana siguiente, cuando los dos se volvieron a quedar solos en la casa.

A consecuencia de estos hechos, la menor sufrió un trastorno de estrés postraumático, con malestar emocional y reacciones desadaptativas en varias esferas de la vida, entre ellas la familiar y la escolar, habiendo recibido tratamiento psicológico, según ha considerado probado el tribunal. También la menor tuvo que irse a un municipio vecino a vivir con su padre, por temor a que se conocieran los hechos en su entorno.

El tribunal ha dado total credibilidad al testimonio de la víctima y recalca que «no hay nada que pueda hacer pensar racionalmente que se vale de una falsa denuncia para perjudicar al acusado». Éste aseguró en el juicio que las relaciones con la menor eran buenas, aunque discutían con frecuencia debido a que le recriminaba que fumara o que llegara tarde a casa, una versión exculpatoria la que la sala no ha dado credibilidad. La prueba determinante ha sido el hallazgo de ADN del acusado en el interior de la vagina de la menor.