La esperada comparecencia de la madre y dos hermanos de uno de los cuatro jóvenes de la Manada acusados de violar a una chica el día de Año Nuevo en Callosa d'en Sarrià no se produjo ayer finalmente en el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de La Vila Joiosa. Su abogada explicó que dicha diligencia fue solicitada ante la posibilidad de que les acusaran de omisión del deber de socorro, por lo que optó por renunciar a su declaración tras descartarse este extremo.

Pese a la suspensión de su declaración, ayer trascendió que la madre y sus dos hijos ya habían comparecido poco después de los arrestos en sede judicial y, aunque se acogieron a su derecho a no declarar contra su familiar, sí contestaron algunas preguntas sobre el resto de implicados.

Los que sí declararon ayer ante la juez de La Vila que investiga el caso de la Manada de Callosa fueron los dos policías locales que acudieron tras ser alertados por una hermana de uno de los ahora encarcelados y un sargento de la Guardia Civil que acudió también a la casa donde ocurrieron los hechos. Los tres agentes explicaron su actuación y las defensas de los jóvenes entienden que incurrieron en contradicciones. Sin embargo, para el abogado de la acusación particular, Francisco González, su testimonio fue «contundente» y ratificaron su actuación.

Por el juzgado que investiga el caso también pasó ayer una joven que estuvo en Nochevieja con la víctima de la presunta violación grupal y que se marchó a su domicilio la mañana del día de Año Nuevo, antes de que se produjeran los hechos denunciados.

Tres de los cuatro abogados defensores de los jóvenes de la Manada, Miriam Santamaría, José Luis Sánchez Calvo y Aitor Prieto Razquin, defendieron ayer la inocencia de sus clientes antes de entrar a las declaraciones en el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de La Vila Joiosa. Sánchez Calvo señaló que no hay «ninguna prueba» contra su cliente, el más joven de la Manada, mientras que Aitor Prieto también resaltó que su defendido «es inocente». Ambos letrados coincidieron en señalar sobre el vídeo de la presunta agresión sexual que no comparten la misma interpretación de la Guardia Civil sobre el contenido de la grabación realizada por uno de los investigados.