Un vecino de Sax ha sido condenado a penas que suman más de cinco años de cárcel por tratar de extorsionar a tres jóvenes, una de ellas menor de edad, para obtener imágenes sexuales de ellas a través de internet, según la sentencia a la que ha tenido acceso este diario. El acusado contactó con las tres víctimas a través de una falsa identidad en Facebook, haciéndose pasar por mujer y, cuando se ganó su confianza, les decía que buscaba chicas para trabajar de camareras, go-gos o bailarinas en locales y discotecas de la zona.
De esta manera, las convencía para una entrevista por webcam a través de Skype. Las chicas no sabían quién estaba al otro lado, ni que su interlocutor era un hombre, ya que ni se veía la imagen, ni se le oía la voz, según les decía, por un fallo informático. En esa falsa entrevista, les iba pidiendo que se desnudaran, que se pusieran en ropa interior o en top-less e iba aumentando sus exigencias para que bailaran o hicieran movimientos sexuales ante la cámara diciendo que era necesario para conseguir el trabajo.
El chantajista sexual amenazaba con hacer públicas las imágenes en internet o en fondos de WhatsApp si no accedían a lo que les ordenaba. Las tres chicas acabaron presentando denuncia sin acceder al chantaje sexual.
El hombre ha sido condenado a tres penas de un año y nueve meses de cárcel por delitos de amenazas condicionales a través de internet. Dos de las víctimas tenían 22 y 23 años de edad y la tercera 15, por lo que era menor de edad. En el caso de esta última el hombre ha sido condenado además a cinco años de libertad vigilada y otros cinco de alejamiento. Tampoco podrá acercarse a las otras dos mujeres durante un periodo de cuatro años.
Trastorno mental
La juez le aplica una atenuante porque tenía una afectación parcial de la inteligencia. La defensa planteaba que a causa de este trastorno mental el procesado era inimputable por estos hechos y recurrió la sentencia ante la Audiencia de Alicante. La Sección Tercera ha confirmado la resolución argumentando que el modus operandi del acusado «refleja el empleo de astucia para lograr engañar a diversas mujeres jóvenes, a las que indujo valiéndose de engaño a exhibir su cuerpo en actitudes de evidente índole sexual en claro atentado contra la intimidad de las víctimas». «Tal conducta por parte del acusado resulta incompatible con una merma ostensible de facultades intelectivas», apostillan.
Los hechos se produjeron en distintos momentos del último trimestre de 2014. La víctima menor de edad fue captada el 21 de septiembre; mientras que las otras dos el 19 de octubre y el 14 de noviembre. En los tres casos se utilizó el mismo «modus operandi». En la entrevista a través del Skype, iba exigiendo que se quitaran ropa y bailaran en actitud sexual. Cuando éste empezó a pedir demasiado, las chicas se negaron y la respuesta de éste fue la de hacer públicos los vídeos que tenía. Las tres denunciaron.
