La Guardia Civil ha detenido a un joven de 26 años acusado de cometer 17 robos con fuerza en viviendas de El Albir, en l'Alfàs del Pi, y en Altea. El valor de los efectos sustraídos en las casas se eleva a unos 20.000 euros, según informó ayer la Comandancia de Alicante.

El ladrón, que fue sorprendido cuando estaba en un local de apuestas jugando el dinero robado ese día, ha ingresado en prisión tras pasar a disposición judicial.

El sospechoso fue identificado gracias a un dispositivo preventivo establecido con agentes de paisano tras recibirse varias denuncias por robos en el interior de viviendas situadas en El Albir y Altea.

Los robos solían cometerse al caer la noche y el ladrón vestía completamente de negro y una gorra gris con el fin de dificultar su identificación y que las víctimas no pudisen aportar una descripción con detalle a los investigadores.

Este no era el único inconveniente. Normalmente elegía siempre casas situadas cerca de una zona boscosa, de tal forma que desaparecía rápidamente en la oscuridad y era prácticamente imposible su seguimiento.

Sin embargo, un agente de paisano que estaba realizando labores de vigilancia en la parada del Tram de El Albir observó una noche a un hombre con ropa oscura que se mostraba bastante esquivo y se tapaba disimuladamente el rostro.

Pese al esfuerzo por esconder su cara, el agente le pudo reconocer porque había sido detenido en otras ocasiones.

Los investigadores realizaron entonces gestiones e indagaciones a través de las cámaras de seguridad cercanas a los hechos delictivos y confirmaron que se trataba del sospechoso visto cerca del Tram.

La Guardia Civil alertó de la búsqueda a otras unidades y agentes de Calp consiguieron detenerlo durante la inspección a un local de apuestas deportivas realizado de madrugada en El Albir. El ladrón acudió para jugarse el botín del robo de ese día y los agentes también le incautaron dos anillos sustraídos que portaba en el bolsillo.