El hombre cuyo cadáver estuvo dos meses en el maletero de un coche aparcado en Alicante fue asesinado de cuatro disparos en el tiroteo ocurrido el pasado 7 de diciembre en una casa de campo de Petrer donde luego se descubrió un laboratorio artesanal de cocaína. Así lo reveló ayer la autopsia realizada en el Instituto de Medicina Legal de Alicante, donde pese al estado de descomposición del cuerpo los forenses pudieron determinar que no solo presentaba un disparo en una pierna -como apuntó a la Policía un testigo tras el suceso- sino que la víctima tenía tres heridas más de arma de fuego.

El hombre recibió dos disparos por la espalda, uno en la cabeza y un cuarto en una pierna, según confirmaron ayer a este diario fuentes cercanas a la investigación.

La Policía Nacional también pudo identificar ayer a la víctima mediante una necroreseña y las sospechas iniciales se confirmaron. El fallecido es el eldense de 35 años que estaba siendo buscado por la Policía y por su familia tras el tiroteo de diciembre. La víctima acudió a la casa con otro español que resultó herido en los tobillos al saltar cuando huía del tiroteo y los otros cuatro implicados son de origen colombiano, aunque no se descarta que haya más personas aún sin identificar. El coche donde estaba el cuerpo es el que llevó la víctima del crimen a la vivienda de Petrer donde ocurrió la reyerta.

La investigación abierta por la Policía de Elda tras el tiroteo ocurrido en Petrer, que se saldó inicialmente con cuatro detenidos y la incautación de armas y droga, se ha reactivado ahora tras el hallazgo del cadáver. Las pesquisas se realizan conjuntamente por la Policía Judicial de Elda y el Grupo de Delincuencia Violenta de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Alicante.

El único identificado del tiroteo que sigue en paradero desconocido es un ciudadano colombiano de 31 años que conducía el coche donde el pasado miércoles se encontró el cadáver tras la alerta dada por un vecino que llamó a la Policía Local para comunicar que había un coche lleno de moscas y olía muy mal. Dado el caso lo normal es que se haya dictado una orden internacional de detención.

Este prófugo circulaba en el Citroën C4 de color negro donde estaba el cadáver y se quedó sin gasolina en la autovía A-31 poco antes de llegar a Alicante. Otros dos implicados en el tiroteo fueron con una garrafa de gasolina y cuando estaban echando el combustible un policía local vio dos coches parados en la autovía y se detuvo con la intención de auxiliarles.

Dado el peligro al que se enfrentaban con el cadáver oculto en el maletero, le dijeron al agente que no necesitaban ayuda por el policía les pidió la documentación. El conductor que trasladaba el cuerpo le pidió permiso para recogerla del coche y aprovechó dicho momento para arrancar y huir antes de que pudiera reaccionar. Los otros dos sospechosos trataron de hacer lo mismo pero fueron detenidos.