La Policía Nacional de Benidorm ha investigado por un delito de maltrato animal a un ciudadano ruso de 41 años acusado de matar a tiros a una gata de su vecino y dejar herida a otra. El denunciante aseguró a la Policía Nacional que mantenía desaveniencias con su vecino porque se quejaba de que los felinos se metían en su casa, lo que originó presumiblemente la agresión. La Policía le intervino al denunciado una escopeta de aire comprimido que presuntamente usó para matar y herir a los dos animales.

La denuncia fue presentada el pasado 22 de enero en la Comisaría de Benidorm por un ciudadano holandés de 41 años que acudió con miembros de una asociación animalista y relató que el 11 de enero llegó a su domicilio y se encontró en un sillón de su casa a una de sus gatas muerta con varias heridas sangrantes y a la otra malherida con una grave lesión en un ojo.

El dueño de las dos gatas aseguró que sospechaba que el agresor había sido su vecino, con el que mantenía frecuentes discusiones. Según el denunciante, el presunto agresor se quejaba de que las gatas se colaran con frecuencia en su propiedad y por ello mantenían constantes discusiones e incluso le amenazó de muerte. Tras este suceso, al dueño de la gata muerta ha comunicado a la Policía Nacional de Benidorm que tiene miedo de que su vecino tome alguna represalia contra él o contra sus gatos.

Arma

Una vez formalizada la denuncia la Policía Nacional realizó sus pesquisas y agentes de la Brigada local de Policía Judicial de Benidorm procedieron a investigar por un delito de maltrato animal al vecino del denunciante, a quien además le intervinieron una escopeta de aire comprimido.

El denunciado por matar a tiros a la gata del vecino se negó a prestar declaración en dependencias policiales y quedó en libertad a expensas de ser citado por el juzgado que instruya las diligencias.

Las disputas entre denunciante y denunciado se remontan a hace varios meses. Inicialmente las disputas estaban relacionadas por la parcela, ya que el ahora investigado le acusaba de ocupar parte de su terreno. Luego, según el denunciante, se quejaba continuamente de que sus gatos se metían en su propiedad, lo que le generó numerosos problemas y discusiones, hasta el punto de ser amenazado de muerte también en alguna de las disputas.