La Guardia Civil sostiene que el principal sospechoso de la desaparición de la alicantina Nuria Ester Escalante supuestamente trasladó su cuerpo, probablemente ya sin vida, envuelto en plásticos en un carrito de supermercado, para deshacerse de ella en un lugar que sigue sin localizarse casi tres meses después de estos hechos.

La Benemérita dispone de grabaciones de cámaras de seguridad de la zona de Sant Antoni en las que se ve a esta persona, una de las cuatro que siguen en prisión provisional, llevando un carro cargado con un bulto envuelto en un plástico, del que sobresalen unas zapatillas que coinciden con las que llevaba esta vecina de Sant Joan d'Alacant desaparecida, según indicaron fuentes cercanas a la investigación.

El principal sospechoso declaró ante la juez el mes pasado que en el carrito llevaba un motor de barco que había robado, y que después no ha aparecido porque asegura que después también se lo robaron. Pero las pruebas que obran en manos de la Guardia Civil indican que lo que estaba haciendo era trasladar el cadáver de la mujer de 52 años, para deshacerse de su cuerpo tras su muerte violenta. Pese a las labores de búsqueda de las autoridades, que han incluido inmersiones de buzos en pozos y torrentes, no se ha dado con la mujer.

El principal sospechoso, que figura entre los cinco detenidos por esta desaparición, declaró en sede judicial que estuvo con ella hasta la media tarde del día en que se perdió su pista, el pasado 30 de octubre, y que desde entonces no ha vuelto a saber de su paradero. Este hombre, que se encuentra en prisión provisional desde el pasado 29 de noviembre, también dijo ante la juez que instruye el caso que la noche del 30 al 31 de octubre, después de despedirse de ella, estuvo deambulando por Sant Antoni con un carrito de supermercado en el que llevaba un motor de barco. Pero la Benemérita sostiene que lo que llevaba era el cuerpo, se cree que ya sin vida, de la víctima.

Reconstrucción

La Guardia Civil ha logrado reconstruir, gracias a videocámaras, buena parte del recorrido que realizó el sospechoso por Sant Antoni el día en que desapareció Escalante. Al parecer, en las grabaciones se le ve callejear con un carrito de supermercado cargado. Él explicó en el juzgado que había robado un motor de barco y que lo estaba trasladando en el carro. Este motor de barco robado al que alude el investigado no ha sido encontrado.

Según su declaración, el motivo es que después se lo robaron a él, aunque no sabe quién. Pero en las imágenes se puede apreciar que del carrito sobresalen unos zapatos idénticos a los que llevaba Escalante esos días, lo que confirma las sospechas de que se no se trató de una desaparición voluntaria sino forzada, y que desembocó en una muerte violenta.

Este sospechoso también manifestó que conoció a Escalante en la playa de s'Arenal de la bahía de Portmany y que la mujer estuvo dos días en la casa okupa de Sant Antoni, donde al parecer residía alguno de los sospechosos. El investigado aseguró que es inocente y que no tiene ni idea del paradero de la mujer.

Las pasadas navidades los agentes llevaron a este detenido a Sant Antoni con el fin de reconstruir lo sucedido el 30 de octubre, pero él no colaboró.

Escalante viajó a Ibiza para buscar trabajo, denunciando uno de sus hijos la desaparición desde Alicante. A partir de ese momento la policía judicial de la Guardia Civil emprendió una investigación que derivó en la detención de cinco personas un mes después. La juez ordenó el ingreso en prisión preventiva de las cinco, aunque días después una de ellas quedó en libertad con cargos.

Equipaje

Días antes de la detención de los cinco sospechosos, los agentes encontraron en la casa okupa el equipaje de la desaparecida. El hallazgo motivó el desplazamiento urgente desde Mallorca a Ibiza de varios expertos en Criminalística de la Guardia Civil con el fin de buscar pruebas acerca del paradero de la mujer.

Los agentes detectaron restos de sangre en alguno de los lugares en los que estuvo esta santjoanera, si bien no se ha informado dónde fue ni tampoco si pertenecen a la desaparecida, ya que el juzgado ha decretado el secreto del sumario y apenas ha trascendido información sobre la investigación.

El hallazgo del equipaje fue un mazazo para la familia, ya que la mujer se lo dejó allí con la intención de regresar a recogerlo. Los agentes no han parado de buscar a Escalante, incluso con empleado excavadoras, ya que consideran que se trata de una desaparición no voluntaria y que fue víctima de algún tipo de violencia.