El alcalde de Planes y vicepresidente sexto de la Diputación, Francisco, Javier Sendra, desvinculó ayer al Ayuntamiento de la organización de la tradicional Plantà del Xop, fiesta en la que murió un joven y otro resultó herido durante en un accidente en mayo de 2012. Sendra se sienta esta semana en el banquillo en un juzgado de lo Penal de Alicante junto al que era entonces concejal de Fiestas, Vicente Manuel Catalá, acusado de un delito de homicidio por imprudencia y otro de lesiones, por los que la Fiscalía les reclaman la pena de un año y tres meses de prisión. La defensa, a cargo de los letrados Alejandro Bas y Juan Carlos Molina, sostienen que no hubo responsabilidad penal del Ayuntamiento y que lo ocurrido fue un accidente. Por su parte, la acusación particular, que ejerce para la familia del fallecido el letrado Javier Molina, reclama dos años y nueve meses de prisión para los dos acusados.

Según explicó Sendra, la organización del evento corría a cargo de los quintos y la corporación no intervenía en nada de lo relativo a la plantà del árbol. «Se ha venido haciendo así toda la vida y en ningún momento nadie nos avisó de que se estuviera cometiendo nada irregular, ni se consideraba una fiesta que pudiera entrañar algún riesgo para las personas», dijo. Tanto el alcalde como el concejal admitieron que no había ni Protección Civil, ni ambulancias, ni plan de prevención de riesgo alguno. «Se ha hecho así de toda la vida y nadie nunca nos había avisado de que tuviéramos que adoptar alguna medida de seguridad más», dijo.

Los hechos ocurrieron la tarde del 19 de mayo de 2012. La plantà del Xop es una fiesta ancestral en la que los mozos del pueblo talan un chopo que después conducen a la plaza principal y allí, sirviéndose de unas vigas de madera maciza de entre 3 y 3,5 metros de largo, hacen cuña con el árbol proyectándolo sobre un hueco que existe en la recinto, para que el chopo quede plantado. El día del accidente, una de las cuñas resbaló en el momento en el que los mozos trataban de izar el árbol, según las acusaciones, por carecer de un sistema de calzado que lo impidiera. El árbol cayó sobre los asistentes alcanzando una de las vigas que lo sujetaban a la víctima, que falleció en el acto. Otro joven resultó con la pierna rota. Según las acusaciones, tampoco había cuerdas de seguridad o arneses que impidieran la caída.

Ni más grande, ni más pesado

Sendra aseguró que el Ayuntamiento no intervenía en el proceso de selección del árbol, aunque señaló que en aquella ocasión el elegido no era más grande y pesado que los de otros años. Los festeros más veteranos eran los que iban dando las indicaciones durante la plantà del árbol y, hasta la fecha, nunca se había registrado ningún accidente. Según su declaración, el Ayuntamiento solo intervenía para cortar las calles o la contratación de la orquesta para la verbena. Tanto él como el concejal de Fiestas, Vicente Manuel Catalá, se encontraban fuera del pueblo el día del accidente por motivos laborales.

El exedil de Fiestas aseguró que el material utilizado para la plantà se guardaba en un almacén del Ayuntamiento y que era el funcionario encargado del mantenimiento el que echaba un vistazo al material.

El municipio de Planes cuenta con una población de 800 habitantes y su ayuntamiento se compone de siete concejales y cuenta con seis funcionarios, algunos compartidos con otros municipios y carece de Policía Local.

Desde entonces, la fiesta no ha vuelto a celebrarse en el municipio, según Sendra «por respeto a la familia», aunque hay festeros que están pidiendo su vuelta. Según su declaración, el día después del fatal accidente el Ayuntamiento se celebró un pleno extraordinario para poner a disposición de la familia del fallecido el seguro. En el pasado, la Corporación había intentado que la fiesta se declarara de Interés Cultural por su potencial turístico.

Bienvenida Sanchís, madre del fallecido y que está personada en el proceso como acusación particular, aseguró ayer a este diario que buscaban justicia porque «en esa fiesta no había ningún tipo de medida de seguridad». Según su testimonio, era la primera vez que su hijo, que tenía 24 años y residía en la vecina localidad de Cocentaina, acudía a esa celebración al invitarle unos amigos.

El juicio proseguirá hoy con la declaración de los guardias civiles que intervinieron tras el accidente y otros testigos. Mañana declarará el forense y después será el turno de los informes finales.