La dirección del centro penitenciario Alicante II abrió ayer una investigación para aclarar las circunstancias de la agresión sufrida por el único miembro de la Manada de Callosa d'en Sarrià encarcelado en Villena. El preso preventivo de 19 años, acusado junto a tres amigos de 21, 22 y 24 años de la violación múltiple de una chica de 19 años durante la Nochevieja, fue golpeado el pasado jueves por otros internos del Módulo de Jóvenes donde ingresó el pasado domingo 6 de enero.

Las heridas que ha sufrido por las patadas y puñetazos recibidos no revisten gravedad, pero para evitar que este tipo de incidentes puedan repetirse los responsables penitenciarios decidieron trasladarlo ayer a un Módulo Terapéutico de la cárcel por motivos de seguridad. Los funcionarios se han enterado de la agresión por el entorno del joven ya que él no ha denunciado los hechos para no ser considerado un chivato o «una perra», en el lenguaje carcelario. Sabe que vulnerar la «ley del silencio» lo dejaría en una posición muy delicada durante toda su estancia entre rejas.

En el Módulo de Jóvenes de Alicante II solo hay en estos momentos una veintena de internos de entre 18 y 21 años. Las fuentes consultadas en la prisión han indicado que ninguno de ellos presenta un perfil conflictivo. Sin embargo la población reclusa repudia a los violadores, llamados «violetas» de forma despectiva, y también a los agresores de mujeres, niños y personas mayores o impedidas. Todos ellos generan un fuerte rechazo. Por eso suelen ser objeto de agresiones, insultos, amenazas y humillaciones y se les somete al «vacío».

Conocedores los funcionarios de esta circunstancia, el miembro de la Manada enviado a la prisión de Villena fue objeto durante la primera semana de una especial vigilancia, además de ser confinado en una celda con la compañía de otro preso de confianza. No fue necesario incluirlo en el Programa de Prevención de Suicidios (PPS) y parecía haberse integrado con rapidez.

Al principio se mostró receloso por el bombardeo mediático del caso -casi todos los internos tienen televisión en sus celdas- y al ser reconocido recibió los primeros insultos y alguna que otra amenaza velada. Episodios aislados y de bajo perfil que no hacían prever que pudiera terminar sufriendo una paliza. De hecho, el pasado fin de semana fue autorizado a asistir a una sesión de cine en el pabellón cultural de la prisión. Una actividad a la que también acudieron reclusos del resto de módulos ordinarios y que transcurrió sin ningún tipo de incidente. De ahí que la posterior agresión haya pillado por sorpresa a los funcionarios. No obstante, la investigación podría finalizar la próxima semana con la identificación de los autores de la paliza.

Precisamente la víctima será conducida el próximo viernes ante la jueza que lleva el caso de la violación grupal para ampliar su declaración tal y como él mismo solicitó. Su abogado, Joaquín Ródenas, ha informado a Efe de que la titular del juzgado de Instrucción 4 de Villajoyosa le volverá a interrogar.

Sin incidentes en Fontcalent

Los otros tres encarcelados se encuentran en un Módulo de Educación y Respeto (MER) de la prisión de Fontcalent en Alicante y no han sufrido, hasta la fecha, ningún percance. Así lo han confirmado a este diario fuentes penitenciarias y próximas a los acusados. En los módulos MER los internos gozan de un régimen de vida menos estricto que en los ordinarios siempre y cuando mantengan un comportamiento adecuado. Unos beneficios penitenciarios que los reclusos pierden si se ven implicados en una agresión o protagonizan conductas inadecuadas.