Es uno de los casos más crueles de maltrato animal que han visto los responsables del Seprona (Servicio para la protección de la naturaleza) y las protectoras. Una mujer, cuya identidad se corresponde con las iniciales T. D. R., se hacía pasar por animalista mientras tenía a dos perros encerrados en una vivienda de Villanueva (Aller). No les dio de comer en dos meses y los animales, el pit bull "Tyson" y la pequeña "Princesa", están ingresados en unas condiciones "lamentables". Su vida pende de un hilo. El rescate fue un trabajo en equipo que encabezó "Una y mil huellas protectora". Contó con la crucial y rápida intervención del Seprona y voluntarias de la protectora ya disuelta "El Trasgu".

T. D. R. había adoptado a los animales a través de "El Trasgu". La responsable de "Una y mil huellas protectora", Eva Díaz, matiza que "es imposible acertar en todas las adopciones, nada hacía suponer que esta persona trataría así a sus animales". De hecho, T. D. R. se mostraba en sus perfiles de redes sociales como una activista consumada y defensora a ultranza de los derechos de los animales.

Pero escondía una terrible verdad en la vivienda de Villanueva. Fue una vecina la que alertó de que "algo raro" ocurría en la casa. Hasta el lugar acudieron el sábado la responsable de "Una y mil huellas protectora" y el jefe de servicio del Seprona de la Guardia Civil en Lena. Cuando la mujer, única persona con acceso a la vivienda, fue requerida para abrir la puerta manifestó que no tenía llaves. Accedió a la vivienda por una ventana y los responsables de la intervención la siguieron.

Dentro de la casa estaba el verdadero infierno de "Tyson" y "Princesa", cruce de varias razas de caza. Los dos perritos estaban en un estado "crítico". Totalmente desnutridos y únicamente hidratados por el agua que posiblemente caía de una cisterna. El macho, que es el que mejor está, pesaba el sábado 14 kilos. En un día, engordó un kilo. Pero los expertos están preocupados por una obstrucción intestinal. La perrita apenas puede mantenerse en pie, con todas las costillas marcadas.

"Suponemos que intentaron comer incluso los muebles, estaban literalmente muriéndose de hambre", señaló Eva Díaz. En ningún momento intentaron atacarse uno al otro. Es por eso que, si salen adelante, se darán en adopción de forma conjunta.

El Seprona ha denunciado a la mujer ante la Fiscalía del Principado. Eva Díaz aseguró que "ni ellos ni nosotros habíamos visto un caso tan cruel antes". La responsable de "Una y mil huellas protectora" agradece la "impecable" intervención del Seprona y la ayuda de las voluntarias de "El Trasgu". Valora emprender acciones legales contra la mujer.