La joven paraguaya de 25 años Romina Celeste Núñez Rodríguez lleva desaparecida de la vivienda en la que reside junto a su marido en la localidad turítica de Costa Teguise desde la noche del pasado 31 de diciembre. Desde entonces no se sabe nada de su paradero. Su pareja no denunció su desaparición hasta el 8 de enero y lo hizo a instancias de familiares de Romina, que viven en Madrid, al mostrarse extrañados de que no se comunicara con su hijo de 4 años, que está en Paraguay con sus abuelos, ni tampoco con sus allegados establecidos en la capital de España, dos tías y, al menos, cuatro primos.

"Romina hablaba todos los días con su hijo y a nosotros nos llamaba también prácticamente a diario y echamos en falta sus felicitaciones de Año Nuevo y que no nos telefoneara tampoco el Día de Reyes", aseguró este viernes Anastasia Servín, tía de Romina. Precisó que la próxima semana ella tenía que volar a Paraguay a traerse a su hijo.

Según Anastasia Servín, "nos pusimos en contacto con el marido para ver qué había pasado, ya que estamos muy preocupados porque no sabíamos nada de ella, más en fechas tan señaladas, y nos dijo que habían discutido en la noche del 31 de diciembre al 1 de enero porque Romina, que no trabaja, le había pedido dinero para ir a Paraguay a traerse a su niño y le dijo que él no podía ayudarla porque no tenía. Él entonces decidió irse de la vivienda de madrugada y no regresó hasta el mediodía del día siguiente y Romina ya se había ido. Nos comentó que no había denunciado su desaparición porque ya se había ido del hogar otras veces". El hijo de Romina es de una pareja anterior. "Estamos muy preocupados y muy mal por lo que ha pasado. Vemos esto muy chungo", afirmó Anastasia desde Madrid.

En declaraciones a 'La Voz de Lanzarote' el pasado jueves, el marido negó que mantuviese una discusión con su mujer y que, precisamente, para evitar reñir había salido sobre las cinco o seis de la mañana. Explicó también que cuando regresó a la vivienda a primeras horas de la tarde del día de Año Nuevo su mujer ya no estaba "y tampoco gran parte de su ropa ni una mochila de viaje negra". También se había llevado, a tenor de lo que declaró el cónyuge, productos de aseo, el móvil suyo y el de su marido así como dinero en efectivo y que le había enviado mensajes a ambos móviles sin que respondiera a ninguno de ellos.

Fuentes de la Guardia Civil, que investiga el caso, señalaron la pasada jornada que habían constatado que Romina Núñez no ha abandonado la isla ni en avión ni por barco. Efectivos de la Benemérita del Puesto Principal de Costa Teguise precintaron el pasado jueves el inmueble del residencial El Palmeral en el que vive el matrimonio en busca de pistas y este viernes rastrearon los alrededores del complejo después de que una vecina encontrara una prenda de ropa por la zona, aunque se desconoce si la misma pertenece o no a Romina.

Desde el Instituto Armado aseguraron también que tienen "localizado" al marido, el cual se ha tenido que buscar otro inmueble debido al precinto de su residencia habitual, a la que no podrá acceder sin permiso mientras duren las pesquisas para aclarar lo ocurrido.

El Grupo de Intervención Operativo, Rescate y Salvamento (GIORS), con sede central en la isla de Gran Canaria, participa en la búsqueda de Romina a través de efectivos de la ONG Emergencias de Lanzarote (Emerlan).

Cinco efectivos de la Unidad de Rescate en Montaña del GIORS tenían previsto desplazarse este fin de semana a Lanzarote para unirse este sábado a Emerlan a las tareas de localización de Romina en colaboración con guardias civiles del Puesto de Costa Teguise, pero esa posibilidad se ha descartado por el momento para no entorpecer la línea de investigación de la Guardia Civil.

La desaparecida es de complexión delgada y de 1,65 metros de estatura. Según la imagen y los datos que se han difundido para tratar de localizarla, su pelo es corto de color rojo y pesa unos 50 kilos.

Hace menos de un año que Romina Celeste Núñez Rodríguez fijó su residencia en Lanzarote después de vivir en Madrid y Valencia, indicó su tía Anastasia Servín. Durante un tiempo viajaba los fines de semana a Lanzarote para ver a su pareja antes de que ambos decidieran contraer matrimonio.

La chica procede de Ñeemby, un barrio situado en la periferia de Asunción, la capital de Paraguay. Su familia y la de Anastasia Servín son vecinas en esa localidad latinoamericana, cuyo nombre está en lengua guaraní.

"Queremos que Romina aparezca viva y que todo quede en un susto. Estamos convencidos de que ella no se ha podido ir a ningún sitio por su cuenta y mucho menos sin avisar", aseveró intranquila Anastasia Servín.