La Audiencia de Alicante ha absuelto a los tres británicos acusados de una violación en grupo a una compatriota en Benidorm denunciada en octubre de 2011, según la sentencia a la que ha tenido acceso este diario. La falta de pruebas ha sido el principal argumento de los magistrados, ya que lo único que había era el testimonio que dio la víctima en su día ante el jugado que investigó los hechos. La víctima no se presentó a declarar al juicio celebrado el pasado mes de diciembre, más de ocho años después. Los tres acusados vinieron desde el Reino Unido para sentarse en el banquillo y defender su inocencia en la vista oral.

La Fiscalía reclamaba para los acusados penas que sumaban los 30 años de cárcel, tanto por la agresión sexual cometida por cada uno, como por ayudar a los otros dos a consumar la suya. Las defensas, entre las que se encontraban el abogado Alejandro Dartis, pedían la libre absolución.

Los hechos habrían ocurrido la madrugada del 30 de octubre de 2011 en un bloque de apartamentos de Benidorm. Los acusados habían venido desde el Reino Unido a pasar unos días de vacaciones en la ciudad turística. El fallo declara probado que la víctima se fue con uno de los acusados al piso en el que éste se alojaba y mantuvo relaciones sexuales consentidas, quedándose los dos dormidos al terminar en habitaciones diferentes de la casa. La víctima denunció que posteriormente cuando regresaron a la casa los otros dos acusados, la despertaron y la violaron entre los tres. Los acusados negaban este extremo y aseguraron que la denuncia era una venganza porque la habían echado de la casa cuando la sorprendieron durmiendo allí. Los procesados declararon que la joven se fue muy enfadada de la casa porque le tiraron los zapatos por la ventana. La mujer se presentó inmediatamente en la Comisaría para denunciar que había sido violada por todos ellos y los agentes fueron a detenerlos cuando éstos se disponían a acostarse.

Sin datos objetivos

El fallo señala que no hay pruebas suficientes para dictar una condena, ya que los partes médicos no reflejan las lesiones que se correspondieran con la agresión denunciada. La mujer presentaba varias erosiones superficiales en el antebrazo izquierdo y una contusión en el codo derecho. La única lesión era un corte en el codo izquierdo que, según algunas de las declaraciones de los acusados se produjo por haberse caído en el pub en el que se conocieron esa noche antes de irse a casa. En la casa había restos de sangre, pero los funcionarios policiales que investigaron la casa apuntaron que ésta eran pequeñas y no abundantes, compatibles con restos de la lesión que se produjo en la caída en el pub. Los magistrados señalan que no pueden concluir que se trate de una denuncia falsa, pero que tampoco hay pruebas para respaldar la condena. Por eso, inciden en la ausencia de la víctima en el juicio, así como en la falta de indicios objetivos que respalden su versión.