Una discapacitada psíquica de 37 años, Lorena U. U., perdió la vida el pasado viernes en un centro especial al atragantarse con un polvorón. El suceso ocurrió en un centro de Sarria, en Lugo y, aunque el personal avisó a los servicios sanitarios de Emergencias, estos no pudieron hacer nada para reanimarla.

La mujer fue enterrada en la tarde de ayer en la localidad de A Pontenova, donde residía su familia. El fallecimiento se une al caso de Thiago, el pequeño de 3 años que falleció atragantado con una uva la pasada Nochevieja en Gijón y al caso registrado ayer en Alicante, donde un hombre de 41 años murió atragantado con comida en su domicilio de La Vila Joiosa.

La mujer fallecida llevaba algunos años internada en el Centro de Atención de Personas con Discapacidad Psíquica de Sarria. No ha trascendido el grado de autonomía que tenía. Deja a su madre y una hermana, ésta también con problemas psíquicos.

La muerte de Lorena ha dejado impactados a los miembros del personal del centro, que vieron impotentes cómo la mujer se ahogaba sin que pudiesen hacer nada y sin que los servicios de Emergencias pudiesen llegar a tiempo para salvarla.

Caso en Siero en 2011

El caso de esta mujer recuerda bastante al de un joven discapacitado psíquico fallecido en julio de 2011 en un centro especial de Siero. El joven se atragantó al parecer con una albóndiga, sin que el personal del centro se percatase de lo ocurrido hasta que el chico se desplomó inconsciente. El caso causó en su momento una honda consternación.

En julio del año pasado, una mujer octogenaria falleció en el municipio de Soto del Barco al atragantarse mientras comía jamón en su casa. Y también es muy conocido el caso de la niña de Ibias, que falleció tras aspirar un grano de maíz que los médicos no pudieron localizar ni extraer.

Las muertes por atragantamiento son algo mucho más frecuente de lo que se piensa. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), unas dos mil personas mueren al año en el país por este motivo: cinco al día. Los niños, las personas mayores y los discapacitados son los más afectados.