Eran las diez de la noche, había finalizado su jornada laboral y se disponía a volver a casa después de un largo día de trabajo. Pero el oscuro camino que ella y muchos otros trabajadores y usuarios de la sanidad pública en la Marina Baixa realizan a diario para coger sus coches, se convirtió en el escenario de otro negro episodio que añadir a la terrible lista de agresiones a mujeres por simple el hecho de ser mujer. La Guardia Civil busca a dos hombres que la noche del pasado lunes robaron y agredieron física y sexualmente a una trabajadora del Hospital de la Marina Baixa, a la que golpearon y realizaron tocamientos antes de darse a la fuga. Esta nueva agresión sexual, la segunda que salta a la luz en pocos días en esta comarca tras el caso de la conocida como «Manada de Callosa», ha puesto en vilo a los ciudadanos de la Marina Baixa.

Los hechos ocurrieron poco después de las diez de la noche en uno de los caminos colindantes al Hospital, donde muchas personas se ven obligadas a dejar sus vehículos debido a las deficientes instalaciones para estacionar en este centro sanitario. El camino, así como el último tramo de la carretera de acceso al Hospital, carece de cualquier tipo de iluminación, lo que lo convierte en lo más parecido a la boca de un lobo.

La víctima había tenido turno de tres a diez. Cuando llegó a su puesto de trabajo como celadora, alrededor de las 14.30 horas, el único sitio libre que encontró estaba en este camino. No tuvo más remedio que dejar allí el coche. Y cuando salió, con la noche ya cerrada, se encontró allí con lo inesperado. Dos hombres se abalanzaron sobre ella cuando se encontraba de espaldas dejando en el coche sus pertenencias. Los asaltantes llevaban la cara y la cabeza completamente cubierta con dos cascos y vestían ropa deportiva de color negro, lo que unido a la oscuridad de la zona hizo que pasaran desapercibidos.

Según relató en un primer momento la víctima, le dieron un golpe en la cabeza que la hizo caer al suelo. Después, uno la levantó y la inmovilizó por la espalda, mientras que el otro buscaba objetos de valor para robarle. El que la tenía sujeta comenzó a realizarle tocamientos en todo su cuerpo, hasta el punto de que acabaron rompiéndole las medias y rasgándole parte de la ropa que llevaba puesta, sin que llegara a haber penetración. Al parecer, cuando el otro asaltante descubrió lo que le hacía su compañero, iniciaron una discusión entre ellos antes de darse a la fuga en un ciclomotor de color negro, sin luces, y tras robarle el dinero que llevaba en la cartera,según datos recabados.

La joven, que llevaba el teléfono móvil en un bolsillo del abrigo, llamó al 112, que inmediatamente acudió a prestarle auxilio y dio parte de los hechos a la Policía Local de La Vila Joiosa y a la Guardia Civil. Aunque se desconoce la identidad de los agresores, la mujer sí ha relatado que uno de ellos llevaba un tatuaje en la mano y que podrían ser de origen magrebí, por lo que los investigadores piden colaboración ciudadana para intentar dar con su paradero lo antes posible.

Sanitarios del Hospital y de todos los centros de salud pararon ayer a las doce del mediodía para exigir más seguridad y mostrar su repulsa por estos hechos. Igualmente, exigieron al Ayuntamiento de La Vila más vigilancia policial en el entorno del hospital y que ilumine los accesos para evitar nuevas agresiones.