Un niño de tres años ha fallecido esta noche en Gijón después de atragantarse con las uvas. El suceso ocurrió en un domicilio de la calle Independencia, en el barrio de El Natahoyo.

El pequeño se atragantó con una de las uvas en presencia de su madre, tío, abuela y hermano mayor. Los familiares avisaron a los efectivos de emergencias y cuando llegaron los agentes de la Policía Local al domicilio fueron ellos quienes rápidamente lo trasladaron al hospital de Jove, donde intentaron reanimarlo durante una hora, pero sin éxito.

El niño se encontraba sin respiración ni pulso, por lo que fue imposible su reanimación. "No lo asimilo, estoy en la nube", explicó esta mañana Viviana Bustos, la madre del niño fallecido, que el próximo mes de abril hubiese cumplido cuatro años. El niño fallecido en Gijón se llama Thaigo Lionel Guamán Bustos, nacido en Quito, Ecuador, y en Gijón desde que tenía un año. Era alumno de infantil en el colegio Atalía. "Mi hijo se hacía querer, le gustaba mucho la fiesta y siempre estaba alegre; esto es una pesadilla, no sé cómo ha podido ocurrir", lamentó la madre del pequeño.

Las uvas, la tercera causa de asfixia entre los niños

Comer uvas es la tercera causa de asfixia entre los niños. Así lo advierten desde la Sociedad Española de Otorrinoloringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), y es que los menores de 5 años, al no estar acostumbrados, pueden atragantarse con esta fruta, ya que su textura y tamaño pueden obstruir sus vías respiratorias.

"La laringe de los niños está bastante más alta y los pequeños no tienen desarrolladas todas las habilidades para la masticación", explica el doctor Faustino Núñez, del servicio de Otorrinolaringología del HUCA. "Con la premura de las campanadas es muy fácil que se cuele una uva entera. Hay que tener en cuenta que las uvas tienen el tamaño ideal para impactar en la vía aérea y obstruirla como un tapón de corcho".

La maniobra de Heimlich es la mejor opción en caso de atragantamiento, aquí te explicamos algunos pasos para practicarla, no obstante los expertos recomiendan la prevención para no encontrarnos en esta situación. "Con los nervios del momento hay poco que hacer en caso de que un niño se atragante con una uva, a veces pecamos de optimistas y no nos damos cuenta de que la deglución es un proceso de aprendizaje, hay que introducir alimentos que puedan expulsarse con la tos", argumenta el doctor Núñez.