Con 32 detenidos, doce registros domiciliarios y seis puntos de venta de droga desmantelados, Policía Nacional y Guardia Civil han asestado una de los mayores golpes a la venta de estupefacientes al menudeo en la zona norte de Alicante y San Vicente del Raspeig. En total, se han intervenido 200 gramos de heroína, 200 de cocaína, 500 de hachís. otros 700 de marihuana, así como 10.000 euros en efectivo, ocho coches de alta y media gama, balanzas de precisión y numerosos objetos procedentes de la receptación. Se les imputan los delitos de tráfico de drogas, blanqueo de capitales y organización criminal.

Una operación en la que las Fuerzas de Seguridad han desmantelado al completo a la organización, que estaba dirigida por un matrimonio que se afincó en San Vicente procedente del antiguo Parque Ansaldo de Sant Joan y que podría haber estado dedicándose más de veinte años a esta actividad, según explicaron los responsables de la operación en la rueda de prensa conjunta organizada ayer en la Subdelegación del Gobierno de Alicante.

La pareja, que gozaba de un alto nivel de vida sin haber desarrollado actividad laboral alguna, ya se encuentra en prisión. Un juzgado de San Vicente ha decretado el ingreso en prisión de seis de los detenidos. En el grupo había tres jóvenes menores de edad que han sido puestos a disposición de la Fiscalía de Menores.

Puertas blindadas y cámaras

El entramado tenía toda una red de viviendas vacías que iban cambiando para llevar a cabo la venta de la droga y dos pisos de seguridad (donde ésta se almacenaba) que eran búnkers para blindarse ante una acción policial. Entre puertas acorazadas y videocámaras de seguridad, en ellas había chimeneas encendidas de manera permanente para deshacerse de la droga en caso de registro. Un equipo de Bomberos tuvo que intervenir para desarmar las seis cancelas y puertas de hierro que separaban la entrada de la casa de la estancia en la que estaba el alijo.

La investigación comenzó a raíz de que la Guardia Civil detectara en la Partida de El Rodalet de San Vicente la existencia de dos viviendas donde se vendían drogas y en las que permanentemente había personas toxicómanas «en condiciones de semiesclavitud» al servicio de la red, para quienes trabajaban a cambio de comida y drogas. Estas labores iban desde labores de vigilancia a venta de sustancias y su transporte de un piso a otro. Estos toxicómanos llegaron a ser usados como «conejillos de indias» para probar la mezcla con la que elaboraban la cocaína en base.

Esta investigación topó con que el grupo operaba en la Colonia Santa Isabel de San Vicente, zona que entra dentro de la competencia de la Comisaría Norte de la Policía Nacional. De esta manera, los dos Cuerpos de Seguridad empezaron a investigar conjuntamente a todo el entramado hasta culminar la operación. En el operativo participaron ochenta agentes de ambos cuerpos que practicaron doce registros de manera simultánea. El otro se realizó la madrugada anterior, el 19 de diciembre, en el principal piso de seguridad.

Un bar como tapadera

Esta investigación determinó como pieza clave del entramado un bar de la Colonia Santa Isabel que, según los investigadores, era una tapadera que servía para enviar a los posibles compradores al punto de entrega, ya que las casas donde se vendía la droga iban cambiando para evitar ser detectados por la Policía. Estas viviendas estaban preparadas para que el propio toxicómano se drogara allí mismo.

La afluencia de toxicómanos provocaba a su vez que la delincuencia de estas zonas aumentara, ya que algunos conseguían el dinero para sus dosis a través de robos con violencia, robos en el interior de viviendas o vehículos y hurtos, hechos que habían causado gran alarma entre el vecindario.

En esta operación han intervenido, la Guardia Civil de San Vicente, la Comisaría Norte, la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Benemérita de Alicante y la Brigada de Policía Judicial y Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional de Alicante. La subdelegada del Gobierno en Alicante, Araceli Poblador, junto al comisario provincial Alfonso Cid y el teniente coronel de la Guardia Civil Francisco Rodríguez, arroparon a los responsables de la operación en la rueda de prensa.