Un funcionario atacado a mordiscos por un recluso de Fontcalent. El sindicato ACAIP denunció ayer una nueva agresión en el recinto penitenciario y que ya son cinco incidentes graves los que se han registrado en las instalaciones en lo que va de año, una situación que vinculan al déficit de personal y a la saturación de la prisión.

La última agresión se registró la tarde del pasado 25 de diciembre, día de Navidad por parte de un interno de nacionalidad nigeriana. Según ha denunciado el sindicato mayoritario de funcionarios de Prisiones, sobre las 16.30 horas el recluso, al parecer con trastornos psiquiátricos, se encontraba en un estado de nerviosismo, golpeando a patadas la puerta que da acceso al departamento de Ingresos. El único funcionario de servicio en el módulo intentó ponerse en contacto con compañeros as través del walkie, pero éste no funcionaba. El jefe de servicio, acompañado por otro funcionario, accedió al departamento por la puerta exterior y, cuando ambos llegaron, se abrió la puerta que estaba golpeando el interno, relata Acaip.

«Debido al estado alterado que presentaba hubo que contenerle y sujetarle para intentar calmarle. En el forcejeo, comenzó a lanzar mordiscos alcanzando a un funcionario en la espalda, llegando a atravesarle la ropa y produciéndole un desgarro», asegura el comunicado remitido por Acaip. Una vez reducido y tranquilizado el interno fue trasladado a la galería de aislamiento del módulo 2.

Por su parte, el funcionario tuvo que ser atendido en Urgencias en una clínica alicantina para la valoración de las heridas. Acaip recuerda que las mordeduras humanas son «muy peligrosas» por el riesgo de infecciones.

El sindicato ha recordado que ha venido denunciando insistentemente el déficit de personal que sufre la prisión alicantina, así como también la masificación de los módulos, situaciones que causan situaciones de riesgo para trabajadores e internos, ya que no puede realizarse una correcta separación interior. A todo esto se suma también la falta de medios materiales para que los funcionarios hagan frente a situaciones de este tipo.

Acaip considera que el 2018 ha sido «un año negro» en lo que se refiere a agresiones a funcionarios. En total se han contabilizado cinco incidentes graves por el sindicato en lo que va de año. La primera de ellas se produjo el pasado 4 de enero cuando un interno agredió a un funcionario e intentó arrojar por las escaleras a otra también en el departamento de ingresos, donde se produjo el incidente del día de Navidad.

Medidas legales

Otro altercado de carácter grave se produjo el pasado 9 de diciembre cuando un jefe de servicio acabó herido en un brazo por mediar en una pelea entre internos. En este punto Acaip recuerda que hay otros incidentes que no están considerados como agresión para las estadísticas oficiales, como los insultos, amenazas y vejaciones a las que se enfrentan los trabajadores de prisiones a diario.

Por este motivo, desde hace más de veinte meses vienen reclamando que los trabajadores penitenciarios sean considerados como autoridad, de manera que los autores de estas agresiones puedan ser juzgados por un delito de atentado a la autoridad, tal como ya se hace con los enfermeros, médicos y maestros. Con la legislación actual, estos ataques se quedan como un mero incidente regimental dentro de la prisión.

Este año los funcionarios de prisiones han secundado varias jornadas de huelga para reclamar al Gobierno mejoras salariales y más personal.