Dos testigos discreparon ayer del acusado del crimen de Novelda cometido hace diez años que se juzga ahora en la Audiencia y aseguraron que no fue atacado por multitud alguna. El acusado aseguró que no tenía intención de matar a nadie y que sólo sacó la navaja para apartar a un multitud de entre ocho y diez personas que se le venía encima. Los testigos aseguraron que la víctima y el acusado estaban peleándose, el resto miraba y que fue el segundo quien le embistió súbitamente para atacarle con la navaja. La mayoría del grupo que se encontraba presentes en el momento de la pelea no ha podido ser localizado, por haber regresado a Ecuador. Pero dos de ellos, amigos del fallecido, sí comparecieron para discrepar de la versión de los hechos del acusado.

Los hechos ocurrieron en la calle Doctor Fleming de Novelda poco después de la medianoche del 7 de julio de 2008. La víctima, de 21 años de edad, falleció al recibir una puñalada en el corazón. Los forenses que practicaron la autopsia declararon que el fallecido presentaba una única herida profunda por arma blanca inciso-punzante y monocortante. Según declararon ayer, con esa lesión hubiera sido imposible que sobreviviera, «aunque en ese momento se encontrara en un quirófano».

Los amigos del fallecido aseguraron que éste en un principio sólo estaba tratando de mediar en una pelea entre el acusado y otra persona y que, al parecer, se había producido a causa de una chica. «No llegaron a darse de puñetazos, pero hicieron amago de pelearse», aseguró uno de los testigos. Sin embargo, súbitamente el acusado sacó la navaja y se la clavó.

«Ni nos ha pedido perdón»

Ayer también declararon los padres del joven fallecido que aseguraron que su hijo «no era una persona conflictiva y nunca se metía en peleas». Según declararon, aquella noche se acostaron pensando que su hijo estaba haciendo deporte con unos amigos hasta que les llamaron por teléfono en mitad de la noche para decirles que éste había fallecido.

Los padres del joven fallecido aseguraron que durante todo este tiempo ni el acusado, ni nadie de su entorno se habían puesto en contacto con ellos para pedirles perdón. Tras esta declaración, el acusado aprovechó su turno de última palabra para decir que estaba muy arrepentido y pedir perdón a los padres del fallecido, aunque éstos ni nadie de su familia se encontraban ya en la sala.

La Fiscalía y las acusaciones particulares mantuvieron ayer la petición de 14 años de cárcel para el acusado por un delito de homicidio. Por su parte, la defensa considera que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio por imprudencia grave y que el procesado debería ser condenado a un año de cárcel. El jurado popular empezará hoy a deliberar el veredicto.

Nada más ocurrir los hechos, el procesado se dio a la fuga y permaneció en paradero desconocido hasta que la Guardia Civil pudo localizarlo finalmente el año pasado escondido en una finca agrícola de Torre-Pacheco (Murcia) donde utilizaba el pasaporte de su hermano. El hombre ha dicho que durante este tiempo no se ha entregado porque su madre dependía económicamente de él y no podría seguir dándole dinero si ingresaba en prisión.

Desde entonces ha estado en prisión preventiva, donde el juzgado ha completado la instrucción en menos de un año para que pudiera ser llevado a juicio lo antes posible. En cuatro años, los hechos prescribirían.