La Guardia Civil de la Región de Murcia, en el marco de la operación «Persea», ha desarticulado un grupo delictivo asentado en la Vega Baja y en Crevillent que especializado en la sustracción de vehículos y se le atribuye el robo de más de cien coches en las provincias de Murcia y Alicante.

Hasta el momento, la Benemérita ha detenido a dos de los integrantes del grupo delictivo, vecinos de Murcia y Crevillent, como presuntos autores de los delitos de sustracción de vehículo y falsedad documental por el uso de placas de matrícula «dobladas».

La operación se inició para investigar una serie de sustracciones de vehículos cometidos con un «modus operandi» y objetivos muy concretos en numerosas localidades de Murcia y Alicante, según informaron fuentes de la Benemérita en un comunicado.

Las primeras pesquisas practicadas permitieron constatar que se trataba de la sustracción de dos modelos de vehículos muy concretos. Un turismo marca Peugeot, modelo 205, y un vehículo mixto tipo furgoneta, marca Citroën, modelo C-15, dándose la circunstancia de que ambos vehículos comparten varios elementos, como el motor y el sistema de transmisión principalmente.

Este tipo de vehículos son muy cotizados en el mercado ilícito del Norte de África (Marruecos y Mauritania), países de destino de los vehículos sustraídos por este entramado delincuencial, según la Guardia Civil.

La actividad ilícita se iniciaba de forma coordinada y estructurada cuando los integrantes del grupo delictivo batían localidades y pedanías rurales, por ser estas entidades de población donde es más frecuente la presencia de este tipo de automóviles.

Vigilancia

Una vez localizados iniciaban una vigilancia sobre sus propietarios para materializar la sustracción con ciertas garantías de no ser detectados y trasladaban los vehículos hasta unas naves industriales de las localidades de Crevillent y Catral, donde quedaban ocultos.

Los vehículos sustraídos iban destinados al Norte de África por dos vías distintas. Por un lado se desguazaban para enviarlos por piezas ocultos entre otros efectos, como ropa usada, electrodomésticos y enseres varios, mercancía que era declarada como chatarra y enseres personales en la aduana.

Por otro lado, se les colocaban placas de matrícula de otros vehículos de idénticas características y registrados a nombre de personas del círculo delincuencial, un método conocido como «doblaje de placas de matrícula». Después ellos mismos los introducían, a través de la frontera de Algeciras, en territorio marroquí y, una vez allí, se derivaban al mercado ilícito para quedarse en el país e incluso derivarse a otros países africanos, como Mauritania.

Tras obtener todos los indicios necesarios, en los últimos días se ha desarrollado la fase de explotación de la primera parte de la operación, en la que se ha detenido a dos de los integrantes del grupo.

El grupo se encuentra tras la presunta autoría de 115 delitos de sustracción de vehículos en Murcia, Mula, Caravaca de la Cruz, Cartagena, Fuente Álamo, San Javier, Orihuela, Cox, Bigastro, Crevillent y Catral, entre otros municipios.