El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha intervenido cerca de media tonelada de pescado y pulpo no aptos para el consumo humano en sendas intervenciones realizadas en los puertos de Alicante y Santa Pola, donde levantaron sendas actas de infracción.

En uno de los controles realizados el Seprona detectó en un puesto de venta a mayoristas en el Puerto de Alicante que había once piezas de pez espada con un peso de 333 kilos que carecían de documentación y etiquetado sobre su procedencia. Los agentes pidieron el apoyo del Servicio de Inspección de Salud Pública y tras determinar que no podía ser destinado al consumo humano se procedió a su inmediata destrucción, según informó ayer la Comandancia de Alicante.

La segunda actuación se llevó a cabo en Santa Pola. En un control se interceptó una furgoneta que salía del puerto pesquero y en su parte trasera localizaron 161 kilogramos de pulpo de roca que no alcanzaban la talla reglamentaria.

El pulpo intervenido por la Guardia Civil no había pasado por la lonja y por tanto no había ningún control sanitario sobre los cefalópodos.