La Fiscalía rebajó ayer a la mitad las penas solicitadas para los dos acusados que confesaron haber reventar cajeros automáticos con explosivos en distintas sucursales bancarias de la provincia de Alicante. Para el tercer procesado, que no se declaró culpable, mantuvo su petición de cerca de diez años. El juicio quedó ayer visto para sentencia en el juzgado de lo Penal 8 de Alicante.

A los tres acusados se les imputa tres robos con este modus operandi en sucursales de la Playa de San Juan, Rojales y El Altet entre agosto y octubre de 2017. El fiscal reclamó penas entre cinco y seis años para los dos hermanos que el jueves se declararon culpables. Sus defensas, entre los que se encuentra el abogado Francisco Javier Galdeano, no obstante cuestionaron el hecho de que el material usado fuera peligroso, ya que los informes policiales ni siquiera habían concretado qué era; ni que se tratara de una banda organizada.

El tercer procesado, que no reconoció los hechos, es la persona a la que la investigación policial apunta como el conductor del coche. Su abogado, el letrado Manuel Lucas, aseguró que la acusación se basaba en suposiciones policiales y sostuvo que éste no sabía nada de las actividades de sus dos amigos.