Los accesos a las prisiones de Fontcalent y Villena fueron bloqueados ayer durante más de ocho horas en el tercer día de huelga convocada por los sindicatos y no se permitió el paso del personal de servicios mínimos que debía entrar a trabajar a primera hora de la mañana ni tampoco de los presos que regresaban tras disfrutar del permiso de fin de semana. La protesta, convocada por los sindicatos ACAIP, CC OO, CSIF, UGT y CIG para que la Administración negocie mejoras salariales y laborales, transcurrió sin incidentes. La Policía y la Guardia Civil no llegaron a intervenir para desbloquear los accesos a ambos centros penitenciarios, donde el seguimiento del paro fue del cien por cien, según los sindicatos.

El traslado de presos para juicios y otras diligencias tampoco se pudo llevar a cabo, aunque esta situación no provocó el trastorno de anteriores convocatorias porque el paro coincidió ayer con la huelga de jueces y fiscales y por tanto se suspendieron numerosas vistas orales en la provincia y comparecencias con presos.

En la prisión de Fontcalent se concentraron un centenar de trabajadores que bloquearon la carretera de acceso al centro penitenciario con una hoguera con ruedas. A diferencia de las anteriores jornadas, los concentrados en Fontcalent impidieron ayer el acceso de los trabajadores incluidos en los servicios mínimos, algo que ya se hizo durante el fin de semana en la cárcel de Villena.

El hecho de no poder entrar a trabajar los servicios mínimos hasta la tarde obligó a los responsables del centro de Cumplimiento y del Hospital Psiquiátrico de Fontcalent a prestar servicio con los funcionarios del turno de noche, cuya cifra es inferior a la prevista para la jornada de mañana y tarde.

Por ello, fuentes sindicales explicaron que los directores y subdirectores de las dos prisiones alicantinas tuvieron que dedicarse a colaborar en la apertura de celdas y en el reparto de desayunos y comidas.

Varios presos que regresaban ayer a prisión tras un permiso de fin de semana se tuvieron que dar media vuelta y esperar a que permitieran el acceso, algo que ocurrió sobre las tres de la tarde. Tampoco pudieron pasar los condenados a trabajos en beneficios de la comunidad, ni abogados ni proveedores de la prisión.

En Villena otro centenar de funcionarios de la cárcel volvió a cortar los accesos al centro penitenciario a pesar de la lluvia y el frío. Pero en esta ocasión el piquete informativo quemó troncos de leña y no neumáticos, atendiendo así a las advertencias de los agentes del Seprona, para evitar la emisión de sustancias contaminantes a la atmósfera.

Abandono del Gobierno

Entre las pancartas que mostraron los huelguistas destacaba una, a la que adhirieron dos «pinchos carcelarios» requisados a los presos, en la que podía leerse: «Tu abandono me puede matar», en alusión a la negativa del Gobierno central a atender las reivindicaciones de mejora laboral del colectivo.

Los funcionarios tampoco dejaron entrar ni salir a nadie de la prisión y varios familiares de internos se tuvieron que dar la vuelta sin poder realizar las visitas programadas. Los traslados y conducciones de presos estaban suspendidos en Villena.

Aunque los delegados de la plataforma sindical en la prisión de Villena estaban planteándose mantener la medida de presión hasta el turno de noche, finalmente se optó por permitir el acceso a los compañeros, a primera hora de la tarde, para efectuar el cambio de turno.

Hoy se celebrará el cuarto día de huelga y los responsables sindicales se muestran esperanzados de que el ministro del Interior acceda ahora a negociar para acabar con una «situación injusta» que se mantiene desde hace muchos años.