La Guardia Civil mantiene abierta, como principal hipótesis, que el incendio en el que fallecieron tres personas en la tarde-noche del pasado jueves en Utiel pudo no ser fortuito. De momento, las causas no están claras, pero la virulencia del fuego y la rapidez con que las llamas se propagaron por la estancia hacen sospechar a los especialistas en investigación de incendios del instituto armado, ya que la dinámica del fuego no responde a los parámetros habituales en una vivienda de las características de la que ardió el jueves por la tarde.

Además, existen otros indicios detectados ayer, durante la inspección ocular de la vivienda, que refrendan la sospecha, como el hecho de que hubiese señales de violencia en algunos de los cuerpos, así como en la vivienda. Uno de los fallecidos, por ejemplo, tenía un fuerte golpe en la cabeza, aunque, en principio, se trataría de un traumatismo derivado de la caída del techo como consecuencia del incendio. El resto de las señales violentas deberán ser explicadas con la investigación que están llevando a cabo, de momento, los agentes del grupo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Requena.

De momento, está previsto que, a la inspección ocular que inició ayer el equipo de investigación de incendios de la Zona de València de la Guardia Civil, se sumen perros adiestrados en la detección de acelerantes de la combustión, cuyo olfato puede rastrear algunas de las sustancias -gasolina o queroseno, entre otras muchas- que se emplean para aumentar la combustibilidad de un fuego incluso aunque otros métodos de búsqueda de esos compuestos químicos puedan dar negativo.

A lo largo de la mañana de ayer, agentes del laboratorio de criminalística de la Comandancia y del equipo de investigación de incendios de la Zona peinaron no sólo la estancia de la planta baja donde estaban las tres víctimas mortales del incendio, sino también el resto de las habitaciones del inmueble, un edificio de tres alturas en el número 2 de la calle València, de Utiel.

Interrogatorios

A lo largo de ayer, los investigadores de policía judicial empezaron a tomar declaración a las personas más próximas a los fallecidos, entre ellos, una amiga de Alberto, un joven conocido con el sobrenombre de 'El Rojo', de 26 años y natural de Caudete, y de 'El Tato', de 35 y de Utiel. Ambos fueron encontrados muertos dentro de la vivienda por los bomberos.

Al parecer, la chica que ha prestado declaración como testigo solía pasar días enteros en la vivienda con los dos amigos, pero recientemente había dejado de frecuentar la casa porque habían dejado quedarse en ella a un joven que no le inspiraba confianza, según fuentes allegadas a la familia.

Ese hombre, de nacionalidad rumana, no solo está localizado, sino que fue el primero en prestar declaración la misma noche del jueves en el cuartel de Requena, ante agentes del equipo de Policía Judicial. Así mismo, han tomado declaración a familiares y a amigos de los fallecidos.

La tercera víctima mortal es Soraya García, una joven de Requena de 28 años, que sufrió heridas muy graves en el incendio y falleció poco después de llegar a la unidad de quemados del Hospital La Fe de València.

El incendio fue detectado alrededor de las seis de la tarde del jueves por los vecinos, que llamaron enseguida al 112. Varias unidades de los parques de Requena y de Chiva se desplazaron a Utiel para extinguir el fuego. Nada más entrar en la casa, rescataron a Soraya en estado muy grave. La chica fue evacuada en una ambulancia del SAMU hasta La Fe. Una vez extinguidas las llamas (el fuego se consideró sofocado a las 18.35 horas), hallaron los cadáveres de Alberto y de El Tato. Ambos estaban en la misma estancia de la planta baja.