Un amigo de la policía nacional que detuvo a la conocida como «viuda negra» de Alicante y a su cuidador cuando estaban apuñalando al marido de la presunta asesina ratificó ayer en el juzgado que investiga el crimen la declaración que prestó en su día ante la Policía y afirmó que no hubo terceras personas en el lugar del crimen, según confirmaron a este diario fuentes cercanas al caso.

El testigo, que iba caminando con la policía que estaba fuera de servicio por la carretera de la Cantera, se quedó observando desde arriba a los implicados en la agresión y aseguró que no les perdió de vista en ningún momento mientras su amiga se dirigía corriendo hacia la zona para arrestar a la pareja.

Según su testimonio, los implicados vestían ropa oscura y ella llevaba una gorra. Después de que les llamaran la atención desde arriba porque había dos personas agrediendo a una tercera el testigo asegura que no vio que hubiera terceras personas en la zona, como han intentado sostener los dos acusados del crimen, especialmente Conchi, que en un principio dijo a la policía que habían sido «unos negros».