Dos acusados negaron ayer en un juicio con jurado iniciado en la Audiencia de Alicante haber irrumpido en casa de una prostituta que había sido inquilina de uno de ellos para amenazarla. La Fiscalía y la acusación particular, que ejerce la denunciante, les atribuyen la comisión de un delito de allanamiento de morada y otro de amenazas condicionales y piden para cada uno de ellos penas que oscilan entre dos y nueve años de prisión.

Los hechos ocurrieron el 16 de agosto de 2016 cuando los dos sospechosos se presentaron en el nuevo domicilio de la mujer. Pretendían que la víctima le devolviese a uno de ellos las llaves del piso donde vivió y accediese a firmar la rescisión del contrato de alquiler.

Según las acusaciones, entraron en la casa por la fuerza, la agarraron mientras le tapaban la boca y le exigieron el pago de una deuda por el alquiler. Sin embargo, los implicados niegan haber subido a la vivienda y aseguran que se vieron con ella en la calle.