La Policía Nacional ha desmantelado una banda dedicada al narcotráfico y a la venta de objetos robados en Alicante. Los agentes han detenido a tres hombres con edades comprendidas entre los 24 y los 37 años que formaban parte de un entramado criminal asentado en uno de los barrios de la zona norte de la capital, según informaron ayer desde la Comisaría Provincial.

Los detenidos, un español y dos marroquíes, que eran parientes entre sí, presuntamente se dedicaban al tráfico de sustancias estupefacientes y a la compra de objetos robados de todo tipo, si bien se habían especializado en la adquisición de objetos electrónicos, preferentemente terminales telefónicos de alta gama (smartphones), así como tablets, consolas y videocámaras.

La banda operaba desde tres domicilios situados en un conocido barrio de la zona norte de Alicante y la investigación ha sido llevada a cabo por agentes del Grupo de Investigación de la Comisaría Centro de Alicante. Estos policías iniciaron sus pesquisas siguiendo el rastro de los objetos robados y dieron con el grupo criminal.

Tras semanas de investigación y vigilancias desentramaron su composición y modo de actuación. Los investigadores localizaron tres domicilios, plantas bajas y muy cercanos entre sí, donde residían los presuntos responsables. En estos inmuebles recibían a los autores de los diferentes hurtos y robos cometidos en otros lugares de la ciudad y les compraban el botín obtenido. El «modus operandi» era siempre el mismo, el primer contacto se realizaba en la calle y si se llegaba a un acuerdo se introducían en el domicilio donde se llevaba a cabo la transacción, según explicaron fuentes de la Comisaría Provincial.

A estas personas, presuntamente, les pagaban con dinero en metálico o con sustancia estupefaciente los efectos que anteriormente habían robado. Llegando a pagar de 50 a 100 euros por móviles de alta gama que eran sus preferidos.

Su actividad era constante, no paraban ni de noche ni de día, si bien tomaban extraordinarias medidas de seguridad con el fin de que su presunta actividad criminal no fuera detectada.

Agentes de la Policía Nacional realizaron tres registros domiciliarios en los cuales se intervino 8.100 gramos de hachís, 8.600 euros en efectivo, 74 móviles, 9 televisores, 15 relojes, 64 décimos de lotería, aparatos electrónicos y multitud de joyas de oro con un peso total de 520 gramos.