Decidió acabar con su vida por ser mujer y porque quería dejarle. La Audiencia de Alicante ha aplicado la agravante de género al hombre que mató de once puñaladas a su mujer en Benidorm para imponerle 24 años de prisión, según la sentencia a la que ha tenido acceso este diario. El fallo le condena por un delito de asesinato con las agravantes de parentesco, alevosía y de género. Esta última agravante fue aprobada hace dos años para los hechos delictivos desde la discriminación por razones de género.

El fallo declara probado que los hechos se produjeron a las diez de la mañana del 12 de abril de 2016 en el domicilio en el que acusado y víctima convivían en Benidorm cuando entre ambos se inició una discusión. Francisco José Moyano aprovechó que en la vivienda no había nadie más para acabar con la vida de su esposa y con un cuchillo de grandes dimensiones de manera imprevista y sorpresiva la asestó once puñaladas que le causaron la muerte.

La resolución indica que la víctima no tuvo posibilidad de defenderse y el acusado se interpuso entre ésta y la puerta del dormitorio a la hora de atacarla, impidiendo que pudiera escapar. El fallo señala que la víctima había estado preparándose para trabajar en un hotel y la mañana en que ocurrieron los hechos iba a recoger su título, pero el acusado no le dejó conseguir su objetivo. «De este hecho, se desprende una específica motivación del acusado que reacciona causando la muerte de su pareja cuando ella persiste en continuar su vida con independencia», dice la resolución. En este sentido, recuerda que la hija de la fallecida declaró que ella y su madre eran maltratadas psicológicamente y que habían puesto alguna denuncia al acusado pero que después fue retirada porque se sentía muy insegura al depender de él económicamente. La sentencia le impone una orden de alejamiento que le impedirá acercarse a la familia de la víctima durante los cinco años posteriores a haber cumplido la pena.

El acusado trató de suicidarse cortándose el cuello, lesión que, aunque fue superficial, le causó una lesión medular que le dejó confinado en una silla de ruedas y una invalidez súperior al 33% y está en prisión preventiva desde el crimen. La magistrada Montserrat Navarro no se pronuncia sobre la petición de la defensa para que el procesado cumpla la pena en un centro especializado para recibir tratamiento médico y deja la decisión al momento en que la sentencia sea firme. Contra el fallo cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad y ante el Supremo. La defensa ya anunció que recurriría.