Primero culparon a «unos negros» y ahora, dos meses después, aseguran que el autor del crimen de José Luis Alonso, de 69 años, el pasado 20 de agosto en Alicante, fue presuntamente un hijo de la víctima. Esta versión, considerada «inverosímil» por fuentes próximas a la investigación, fue ofrecida ayer por Conchi, conocida como la «viuda negra», y por su cuidador y cuñado, Francisco, ante el magistrado titular del juzgado de Instrucción número 5 de Alicante, Manrique Tejada. Era la primera declaración oficial de la recién casada y de su cuidador. No quisieron declarar tras ser detenidos, ni ante la Policía ni en el juzgado de guardia, y ayer lo hicieron por vez primera ante el juez instructor a petición propia. Eso sí, semanas después de que Conchi enviara cartas a sendos programas de televisión y hablara por teléfono desde Fontcalent para defender su inocencia.

En su comparecencia de ayer, a la que Conchi acudió andando ella sola sin necesidad de silla de ruedas ni andador, se declararon inocentes y culparon del crimen a uno de los hijos de José Luis, con el que presuntamente no mantenía buena relación y que incluso le había echado de casa. Conchi y Paco, que no quisieron declarar a las preguntas del abogado de la acusación particular que ejerce la familia del fallecido y tampoco a las del magistrado instructor, relataron en su comparecencia que oyeron cómo chillaba José Luis cuando estaban en el aparcamiento de la Albufereta donde le mataron y se acercaron para auxiliarle pensando que estaba sufriendo un infarto.

Este relato carece de fundamento porque los ahora encarcelados fueron sorprendidos por una policía nacional en plena agresión. La agente ha declarado que bajó desde la avenida desde donde divisó el crimen y un amigo que estaba con ella no dejó de seguir la trágica escena. No vieron a más personas en el lugar donde cayó mortalmente herido José Luis, por lo que la investigación descarta la participación de otros implicados, como mantienen la «viuda negra» y su cuidador.

Conchi aseguró que no conoce al hijo de su marido fallecido pero Paco, el presunto autor material de las puñaladas, dijo que le conocía. Los dos investigados por asesinato señalaron en el juzgado que antes de morir José Luis dijo que había sido «Suso», nombre de uno de los hijos de la víctima.

La «viuda negra», que aprovechó su comparecencia para quejarse de que le pegan presas en Fontcalent, manifestó en sede judicial que se casó «por amor» y que su marido no tenía dinero, únicamente «deudas».

El informe pericial psicológico de Conchi solicitado por la Fiscalía no está aún elaborado por completo, ya que se han recabado más datos sobre el historial clínico de ella. Fuentes cercanas al caso indicaron que tiene reconocida una incapacidad del 60% por la Seguridad Social y que una de las patologías que padece es fibromialgia.

Los abogados defensores de Conchi y Paco afirmaron al salir de la declaración que sus clientes habían defendido su inocencia, mientras que el letrado de la acusación particular consideró que el relato ofrecido no era «coherente».