? En un alegato que más parecía de abogado defensor que de acusación pública, la fiscal Susana Landeras argumentó su postura contraria a acusar culpando a la crisis de todos los que males que desembocaron en la insolvencia del grupo Riviera. En su primera intervención en las cuatro sesiones del juicio la fiscal negó la existencia de engaño y agregó que no quería decir que la gestión fuera buena, pero que de ahí a hablar de estafa había un trecho. Landeras rechazó también que se pudiera definir como estafa piramidal «porque para eso se tendría que haber vendido humo y no es el caso». Y consideró los gastos de la empresa acordes con el negocio.