Conchi, conocida como la «viuda negra» de Alicante, y su cuidador volverán al juzgado. La pareja, que está encarcelada por el asesinato del marido de la primera, ha pedido ahora declarar ante el juez de Instrucción, tras negarse en su día cuando la Policía les puso a disposición judicial. El juez que investiga el crimen ya ha puesto fecha a la declaración y escuchará lo que los dos investigados quieren manifestar ahora. Durante los registros practicados a lo largo de la instrucción, Conchi ha aprovechado la presencia de las cámaras para proclamar su inocencia y ha escrito cartas a programas de televisión en este sentido. Hasta ahora estas declaraciones de inocencia no las ha hecho en sede judicial.

Mientras tanto, la Audiencia de Alicante ha confirmado la prisión preventiva a Conchi al considerar que hay indicios suficientes para mantenerla encarcelada y rechazar las alegaciones de la defensa sobre su supuesta discapacidad. Los jueces consideran que no hay informes forenses que avalen este extremo, así como que hay testigos que la vieron de pie en el momento del crimen. La decisión llega días después de que la Audiencia rechazara el recurso presentado por el cuidador contra el encarcelamiento.

El crimen se produjo el 20 de agosto en un aparcamiento de la Albufereta, dos semanas después de que la víctima se hubiera casado con Conchi en Sax. Anteriormente había estado casada en otras tres ocasiones. Conchi y su cuidador están en prisión como presuntos autores de la muerte a puñaladas de la víctima, un jubilado de 69 años, con un destornillador. Una policía fuera de servicio sorprendió a los sospechosos en el momento del asesinato y les retuvo mientras pidió refuerzos. Aunque la mujer se desplaza en silla de ruedas, la agente que los sorprendió in fraganti en el momento en que se cometieron las puñaladas la vio de pie y levantada. Desde su arresto, Conchi afirma que no se puede mover de cuello hacia abajo y necesita su silla de ruedas y ayuda para desplazarse.

De hecho, la defensa había planteado la discapacidad de Conchi como motivo para pedir su puesta en libertad. Las fuentes consultadas por este diario señalaron que esa supuesta discapacidad no aparece avalada por ningún informe forense, al tiempo que se ha valorado el testimonio de la agente que les arrestó a los dos.

El tribunal considera que se trata de hechos de extrema gravedad y que hay suficientes indicios que avalarían la posibilidad de que los dos investigados hayan participado en el crimen, con lo que, sin entrar demasiado en el fondo del procedimiento confirman el encarcelamiento de Conchi.

El cuidador estuvo en Fontcalent hasta 2016 cumpliendo una condena por tráfico de drogas. La mediación de Conchi fue la que le permitió obtener el tercer grado penitenciario, al contratarle como cuidador por su discapacidad.