La Guardia Civil trata de localizar desde ayer al presunto autor de un doble crimen ocurrido en Casinos tras hallar los cadáveres de un hombre de 88 años y de su hijo, de 45, en avanzado estado de descomposición. Al cierre de esta edición, el presunto asesino, identificado como un amigo que se encargaba de los cuidados del padre y que vivía con éstos en la casa desde hacía años, seguía en paradero desconocido. Al parecer podría haber escapado en una furgoneta serigrafiada con el nombre de la empresa de montajes audiovisuales en la que trabajaban ambos socios y supuestos amigos.

«Era como si fueran hermanos», asegura el padre del principal sospechoso, quien incluso apuntó a una posible discusión por la herencia del anciano como móvil del crimen. Por el estado en el que fueron encontrados los cuerpos se sospecha que padre e hijo podrían llevar fallecidos casi dos meses. Respecto a cómo murieron será la autopsia la que aclare en los próximos días las circunstancias exactas del fallecimiento y la data aproximada. A la espera de los primeros resultados, ambas víctimas presentaban signos de violencia, según ha podido saber este periódico.

El macabro hallazgo se produjo ayer por la mañana cuando, dada la prolongada ausencia de padre e hijo, a quienes desde hacía semanas nadie había visto por el pueblo, una persona alertó a la Guardia Civil. Rápidamente se trasladaron al lugar, situado en la calle Túria de la localidad, agentes del grupo de Homicidios de la Comandancia de València. Dentro del inmueble, lleno de enseres, basuras y varios gatos, los investigadores encontraron el cuerpo sin vida de Enrique Collado, en la cama de su habitación, y de su hijo Vicente, tendido en el suelo del cuarto de baño.

La noticia del hallazgo de los cadáveres causó ayer una enorme conmoción en el pueblo puesto que se trata «de una buena familia», apuntaron fuentes vecinales.

El padre tenía tierras, varios inmuebles y locales alquilados tanto en Casinos como en Burjassot, mientras que Vicente trabajaba en el sector audiovisual junto a su amigo. En enero de 2017, se incendió su casa en el pueblo al arder una estufa eléctrica. Por ello, hace tiempo que vivía con su padre.