Un atracador reincidente aceptó ayer una pena de más de cuatro años de cárcel por haber asaltado una sucursal bancaria en El Campello donde obtuvo un botín de 1.800 euros. El juicio se cerró ayer con una conformidad en un juzgado de lo Penal de Alicante con la confesión del procesado. El hombre, de 66 años, fue juzgado hace pocos días por otra magistrada por otro atraco frustrado y que tuvo lugar ese mismo día en una sucursal de Alicante, a las pocas horas del ocurrido en El Campello. El hombre había asaltado hasta nueve entidades bancarias diferentes tras fugarse de prisión durante un permiso penitenciario hasta que finalmente fue detenido en Madrid.

Los hechos ocurrieron el pasado 2 de mayo en una sucursal del BBVA sita en la calle San Francisco de El Campello. Según el relato de la Fiscalía, admitido por el acusado tras el acuerdo de ayer, el hombre se dirigió a la cajera exigiéndole que le entregara 2.950 euros apuntándola con una pistola. La empleada le dijo que el sistema sólo le permitía realizar extracciones de 900 euros, por lo que el acusado le pidió que le realizara dos reintegros mientras la apuntaba con la pistola. Cuando el dinero salió de la máquina expendedora, el acusado fue cogiendo los billetes y se marchó con un botín de 1.800 euros.

El arma era una pistola semiautomática con el número de serie borrado y con capacidad para disparar. Pocas horas antes, había entrado en la sucursal de Banca March en la avenida de la Estación de Alicante pidiendo a la empleada la entrega de ??.??? euros. También esta vez, la empleada le dijo que era una cantidad muy elevada para entregarla en el acto, por lo que el acusado la rebajó a tres mil euros. A continuación le pidieron su documento de identidad para realizar la extracción y en vez del DNI exhibió una pistola metálica con la que apuntó a la empleada al tiempo que le decía «toma, aquí la tienes».

En aquella ocasión aceptó la pena de cuatro años y nueve meses de cárcel por delitos de robo con violencia y por tenencia ilícita de armas. En el juicio celebrado ayer, la Fiscalía le acusó de un delito de robo con violencia por el que le pidió cuatro años y cuatro meses de cárcel, mientras que le retiró el delito de tenencia ilícita de armas porque ya fue condenado por él en el juicio anterior. En la vista de ayer, el reo estuvo defendido por el letrado Alejandro Baos.

Mientras que en el otro proceso, el reo declaró por videoconferencia desde prisión, ayer sí que fue trasladado al juzgado para prestar declaración. La Guardia Civil había alertado de que se tomaran medidas por considerar que se trataba de un reo peligroso, aunque ayer no hubo incidentes.