La supuesta tetraplejia que le obliga a desplazarse en una silla de ruedas a Conchisilla de ruedasConchi, la acusada de matar en Alicante junto con su cuidador a su marido matar Alicante r a su marido dos semanas después de casarse en Sax, cada vez tiene más visos de ser una «farsa», como ya advirtió la Policía Nacional tras su detención el pasado 20 de agosto. Las secuelas que provocaron a María Concepción Martín sus presuntos problemas de movilidad se originaron a raíz de un accidente que tuvo en 2007. Sin embargo, dos años más tarde, en diciembre de 2009, llevó a cabo una huelga de hambre en la puerta de la Audiencia Provincial de Alicante por la pérdida de una vivienda en Alcoy y ni usaba la silla de ruedas ni mostraba problemas para estar de pie.

Este diario publicó la protesta de Conchi, así como imágenes de ella donde aparece de pie entrando al inmueble de Alcoy donde estaba la casa que reclamaba y en la puerta de la Audiencia, donde estuvo varios días acompañada de una amiga.

El segundo marido de Conchi segundo marido de Conchi afirmó ayer a este diario que su entonces mujer tuvo el accidente en 2007 y que estuvo conviviendo con ella hasta 2012, periodo en el que nunca necesitó usar silla de ruedas para desplazarse.

La acusada del crimen contó a la víctima y a unos amigos del fallecido que estaba pendiente de cobrar una supuesta indemnización de 200.000 euros por las secuelas de un accidente y por ello simulaba sus problemas de movilidad.

Conchi se puso en huelga de hambre durante varios días a finales de 2009 porque la Audiencia Provincial de Alicante anuló la operación de compra de un piso en Alcoy en 200 a un hombre con el que luego acabó casándose. Como ya publicó este diario en 2009, una exmujer del segundo marido de Conchi le demandó por el impago de pensión para el hijo que tenían en común.

Dicha demanda planteaba que la operación para poner el piso a nombre de Conchi se realizó para crear «una insolvencia aparente y eludir el pago de la pensión de alimentos», algo que en su día negó la investigada por el crimen de su marido.

Aunque un juzgado de Alcoy denegó inicialmente la petición, la Audiencia de Alicante acabó decretando la «nulidad del contrato de compraventa» y estimó que no había prueba de que se pagara la vivienda y dijo que no se acreditó la solvencia económica de Conchi.